Los terroristas aterrorizados
Marta Colomina //
El Fiscal General acumula "méritos" para ver si su omnipotente jefe le ratifica en el cargo, ahora que está por fenecer el período del Poder "Moral" integrado, además, por el Contralor que no controla y el Defensor que defiende al Gobierno en contra del pueblo.
Esta semana Isaías Rodríguez (IR) hizo el intento proselitista de convencernos sobre la legalidad y conveniencia de votar en bloque la trampa mortal de la mal llamada reforma constitucional, a través de la cual el señor Chávez pretende someter a Venezuela a un reinado eterno, articulado sobre el modelo estalinista cubano que ha permitido a Fidel Castro morir en su cama, después de más de 40 años de dictadura.
Reunido con acólitos del chavismo paradójicamente autocalificados "periodistas por la verdad" (que no son una ONG sino una organización gubernamentalísima) IR volcó contra los medios de comunicación independientes (MC) toda la bilis acumulada por el rotundo fracaso de la historia urdida por el delincuente colombiano al que ungió como "testigo estrella" del caso Anderson. El rencoroso fiscal no olvida a periodistas y medios que no tuvieron miedo a las amenazas, ni imputaciones del Ministerio Público, que desmontaron las truculentas mentiras del colombiano, a quien IR concedió total credibilidad con solo mirarle a los ojos. Tampoco perdona que la TV mostrase la ruindad de sus nunca probadas acusaciones contra el sacerdote asesinado, a quien culpó de haber buscado su propia muerte.
Olvidando que el Gobierno al que obedece y sirve controla ya férreamente el 80% de los MC del país (más los que han sido neutralizados por la autocensura) IR dijo que "conjuntamente con el presidente Hugo Chávez (¿) yo he sufrido todo el embate y el combate del terrorismo mediático, pero quiero decirles que también lo he disfrutado porque (¿) me ha obligado a estudiar, a combatir, a encontrar argumentos para denunciar a ese tipo de terrorismo y para alertar al país de que efectivamente debemos quitarnos de encima esa dictadura mediática". El fiscal culpa cínicamente a los medios de lo que Chávez está haciendo con los venezolanos en complicidad con los poderes de los que el fiscal forma parte: "El terrorismo mediático es una técnica para usar la violencia y la amenaza para perturbar, para atemorizar, para conminar al pueblo, a su sociedad y a su Gobierno con el fin de imponerle un proyecto ideológico"(sic).
Para Chávez y sus cómplices "quitarse de encima" a los MC críticos es un primerísimo objetivo que materializarán si la constitución socialista es aprobada fraudulentamente, en contra de la voluntad del 70% de los venezolanos, como revelan todas las encuestas. La última registra que el 49.9% está en contra y a favor solo el 28,1%. Ese 22% que no respondió se sumaría a ese 49,9% que está en contra, para alcanzar el 71,9%. Hinterlaces y Consultores 21 muestran cifras de rechazo cercanas al 70%.
Digámoslo de una vez. Los MC independientes (con un apoyo popular muy superior al del Gobierno) no son terroristas, aunque ciertamente producen temor a los boliburgueses que se han enriquecido a costa del erario y a los cómplices de los poderes públicos que han enterrado la autonomía de sus cargos para servir al totalitarismo de Chávez. IR tiene terror a los medios y periodistas que le han cantado las verdades sobre su ineptitud y complicidad expresadas en la mayoría de los casos llevados por la Fiscalía. A través de un periodismo de investigación impecable, han mostrado evidencias sobre los delitos cometidos en Colombia por el "testigo estrella" y sobre cuyas falsas acusaciones el fiscal ordenó la detención de venezolanos decentes y obligó a la periodista Patricia Poleo a huir del país. Chávez y sus corruptos tienen terror a las pruebas irrefutables de los medios sobre el saqueo a Pdvsa, el maletín de Antonini, el asalto al Fonden y la enorme corrupción de los rojos nuevos ricos Chávez estalla cuando los medios denuncian su regaladera en el exterior, como los 56 vehículos policiales que le acaba de dar a Bolivia a un costo de $4 millones mientras el CICPC carece de ellos en Venezuela y miles de tachirenses lloran a sus familiares asesinados o secuestrados en una región dominada por el hampa, la guerrilla y la corrupción de jueces, policías y militares. Chávez y su fiscal odian a los MC porque informan sobre la represión estalinista de la que ya hay víctimas rojas-rojitas, como la humillación de Ameliach pidiendo públicamente perdón a Chávez por haber emitido una opinión política acertada que molestó al Infalible. Los chavistas corruptos y violadores de los derechos humanos temen las denuncias de los MC, las protestas estudiantiles y el peso moral de la Iglesia, pero tienen mucho más terror a las "purgas" y "confesiones" ordenadas por el jefe único. Y si no pregunten a los diputados Varela y Tascón. O próximamente a Diosdado.
mcolomina@unionradio.com.ve
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