Tiempo de palabra
Carlos Blanco //
"La salida no son las habilidades de cada uno, sino la naturaleza autoritaria del régimen"
RCTV y Venevisión
Estos canales han expresado modos antagónicos de actuar. Mientras RCTV ha adoptado una postura firme, Venevisión ha tratado de entenderse con el Gobierno. Mientras RCTV es cerrada, Venevisión recibe una concesión por 5 años más. Mientras Granier es insultado por los funcionarios del régimen, Cisneros es considerado como un empresario realista, que se ha adaptado. Las preguntas que surgen son diversas. ¿Vale la pena una pelea por los principios, aunque cierren un canal, o adaptarse a lo desagradable, para sobrevivir y tener opciones futuras? Los directivos de RCTV contestaron afirmativamente la primera pregunta; los de Venevisión dijeron sí a la segunda.
LOS MEDIOS Y CHÁVEZ. Para el régimen, los medios tienen una importancia máxima. A éstos atribuye el descontento de la población y el espíritu de revuelta que se extiende. Para controlarlos ha empleado cuatro mecanismos básicos. El primero, es el de la intimidación brutal, pura y simple, con pandillas en las calles destinadas a arremeter contra periodistas y trabajadores; para esto emplean los círculos del terror y otras variantes bolivarianas. El segundo, es el uso y abuso del sistema judicial que manejan a placer, mediante la producción de sentencias a la medida. El tercero es el copamiento del "tiempo comunicacional", una confiscación soterrada, por la vía de las cadenas presidenciales interminables. El cuarto es la creación de una vasta red de estaciones de radio y TV, y de impresos, que hacen de los medios independientes una proporción cada vez menor de todo el "espacio comunicacional".
El resultado es el de una tajada directamente controlada por el régimen; otra, constituida por un sector neutralizado; y un grupo pequeño, aunque de gran confiabilidad para la opinión pública, que se resiste a callar o a ceder a los requerimientos bolivarianos.
Chávez ha leído mal la situación. Piensa que los medios han creado el rechazo hacia él, cuando, en realidad, los medios no lo han originado sino que lo han expresado. La casi totalidad de éstos tuvieron simpatía o cierta benigna neutralidad hacia Chávez en su campaña electoral y hasta 2000. Incluso hubo los que apoyaron los golpes de Estado de 1992 y participaron en el derrocamiento de Pérez, le abrieron el camino a Chávez y llegaron a convertirlo en su mascota privilegiada, en 1998.
El cambio se produce cuando Chávez comienza a reaccionar, como cualquier militarote en el poder, ante noticias que le son desagradables. Inició su malquerencia con los periódicos porque éstos no destacaban suficientemente las noticias sobre las andanzas y chácharas presidenciales.
Los dichos del Presidente crearon un clima belicoso, que luego tomó cuerpo en la calle a través de las agresiones de las bandas armadas contra medios y periodistas. La resistencia al control oficial de radios, canales y periódicos, hizo que éstos convergieran con otros sectores que ya venían oponiéndose al proceso autoritario. Allí se dio una mezcla de diversos tipos de disidentes -partidos, medios, sindicatos, empresarios, clase media, trabajadores, militares, curas, estudiantes- que dio lugar al movimiento de resistencia emprendido en 2002.
No es que los medios se volvieron opositores, sino que para seguir cumpliendo su función se vieron en la necesidad de resistir las pretensiones de Chávez. No escogieron ser de oposición sino que fueron lanzados a la oposición por un gobierno que sólo los aceptaba bajo sumisión total.
LA TELEVISIÓN. Todos los canales vivieron la misma experiencia; para sobrevivir como medios de comunicación tuvieron que tomar una actitud de resistencia. Así, participaron en las jornadas en las que se vio envuelto el país para protestar. Como reacción, el Gobierno entabló procesos judiciales. Citó, persiguió, en algunos casos apresó, denostó, injurió, amenazó, reprimió, mandó a darle palos a unos cuantos, y no le resultó. Cuando Chávez obtuvo la victoria fraudulenta del referendo revocatorio, el juego cambió. Ya había amenazado con más fuerza a Omar Camero, en Televen, y a Cisneros, en Venevisión, con un allanamiento que pretendía enlazar al empresario con la conspiración que el Gobierno decía que existía.
En ese instante Televen y Venevisión cambiaron su línea, mientras Globovisión y RCTV -sin desconocer el peso de lo que venía- mantuvieron una posición firme aunque más moderada. Los periodistas emblemáticos de los dos primeros canales comenzaron a desaparecer de la pantalla, se volvieron neutros y se abrieron dos conductas, cuya eficacia política está por verse.
Al margen de lo que haya ocurrido entre Chávez, Cisneros y Carter, la realidad es que al tigrito se le cayeron los colmillos y le limaron las garras. El razonamiento es muy simple, según versiones del canal, y sostiene que se necesita un medio televisivo que no esté cerrado para las peleas futuras que hay que dar por la democracia. Dicho de otro modo, que la valentía de RCTV tiene sentido en un instante fugaz, pero que con una televisora cerrada no vale Santa Lucía. El canal de Cisneros -en esta versión para opositores- estaría allí para cuando sea necesario.
El razonamiento en RCTV toma otros rumbos. Sus directivos y trabajadores sostienen que un canal que se entrega a los caprichos del Gobierno o que expulsa a lo que dentro de su programación tiene tonos críticos, para complacerlo, ya no es el mismo medio; se transforma en otra cosa. Con esta argumentación, RCTV ha dado una batalla memorable, lo cual tal vez no evite su cierre -sea por las maniobras judiciales en marcha, sea por la ausencia de rentabilidad, dadas las restricciones a que está sometido- pero se convierte en un símbolo de luchas democráticas cuyo desenlace todavía no se ve.
EL RESULTADO. Venevisión ha sobrevivido, pero, en realidad ¿ha sobrevivido? No cabe duda de que frente a esta planta se ha producido un rechazo en una porción importante de la opinión pública. Tanto ha sido así que ha obligado a Cisneros y a la planta a intentar un giro que no logra. Como él ha dicho, no lo quiere el Gobierno ni lo quiere la oposición, no porque sea equilibrado sino porque aquél no lo puede admitir jamás entre los escogidos y ésta lo expulsó de los suyos.
RCTV, por su parte, está cercada por Chávez y posiblemente vuelva a morir -a pesar de las distracciones del TSJ. Algunos creen que RCTV morirá y que ya Venevisión resucitó de entre los muertos. Al final, si sigue Chávez, ninguno de los dos sobrevivirá, aunque el 4 quede abierto. Uno irá al cementerio y el otro quedará en vida vegetativa, entubado y aislado. La salida no son las habilidades de cada uno, sino la naturaleza autoritaria del régimen que no quiere ni a los radicales ni a los tibios, sino a los suyos, incondicionales, únicos, continuos e indefinidos.
carlosblancog@cantv.net
Fuente El universal
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