Mensaje del Radar de los Barrios a los estudiantes venezolanos

He aquí un ejemplo de lo que es realmente el pueblo venezolano, el que trabaja y lucha para lograr un futuro mejor para sus familias, el que tiene deseos de superarse y no convertirse en limosneros recibiendo migajas de un gobierno, este es el pueblo que lograra salir de esta pesadilla que afecta a todos los que no han aceptado actuar como títeres.
Tomado del blog Radar de los Barrios

Los organizadores del evento denominado "Foro Interuniversitario por la Autonomía", realizado el miércoles 18 de julio en el Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela, se pusieron en contacto -a través de la profesora Raquel Gamus- con la Asociación Civil Radar de los Barrios para invitar a los habitantes de los sectores populares a ese acto y para pedir al Radar emitir un mensaje de saludo a la reunión. Transcribimos a continuación el texto del mensaje enviado por el Radar a los universitarios de toda Venezuela, leído por Willian Requejo Orobio, dirigente comunitario del Barrio Federico Quiroz, Catia, Gramoven, y Coordinador de Formación del Radar de los Barrios:


Amigos profesores, estudiantes, empleados, obreros:

Nosotros, vecinos de Antímano y de Catia, de Caricuao y de Nueva Tacagua, de Caucaguita y de Guarenas, de El Guarataro y San Agustín, de El Valle y de La Pastora, en fin, ciudadanos y ciudadanas que formamos parte de esos 16 millones de venezolanos que vivimos y luchamos en los barrios, hemos venido a ratificar nuestro amor y nuestra solidaridad con estas aulas y con quienes las ocupan.

¿Quién no ha visto, cuando en esta misma sala se realizan actos de grado, una procesión de familias que –vestidos con sus mejores ropas- caminan bajo el sol inclemente desde la parada de las camionetas o desde la Estación del Metro hasta el amparo de la Nubes de Calder porque se les gradúa un hijo? No hay mayor satisfacción para una familia del pueblo que lograr ver a nuestros muchachos y muchachas, vestidos de zamuritos recibiendo aquí su pergamino. Ese es nuestro sueño, nuestra lucha. Por eso, ¡Conoce bien poco al pueblo venezolano quien pretenda que los habitantes de los barrios bajemos a enfrentarnos con nuestros hijos! Si bajamos (cuando bajemos, cuando queramos y no cuando alguien nos mande) será para hacer lo que estamos haciendo hoy: para expresarles nuestro amor de padres, y nuestra admiración de ciudadanos.

También hemos venido a decirles que la lucha por la autonomía es igualmente nuestra lucha: Cuando en el cerro nos empeñamos en que los consejos comunales no sean comparsas del socialismo del siglo XXI, o trincheras para hacerle oposición al gobierno, sino lo que deben ser: instrumentos para construir una mejor calidad de la vida para la comunidad, estamos luchando precisamente por la autonomía de la organización comunitaria. Cuando en el barrio exigimos respeto para nuestras asociaciones de vecinos, nuestros clubes juveniles, nuestras mesas técnicas, estamos luchando justamente por la autonomía del movimiento popular frente al Estado y los partidos. Cuando estrechamos con nuestras manos las blancas manos de los estudiantes, que llegan al barrio a darnos herramientas técnicas para realizar los diagnósticos comunitarios y los proyectos sociales, estamos defendiendo nuestra autonomía al no depender de una única fuente de información estatal.

Ese es el país que nos merecemos: Con universidades autónomas, buscando la verdad en vez de estar cumpliendo consignas. Con tribunales autónomos, impartiendo justicia en vez de dispensar venganzas. Con sindicatos autónomos, defendiendo a sus agremiados en vez de defender sectarismos. Y con un movimiento popular y comunitario autónomo, luchando por mejorar la calidad de vida para todos los integrantes de la comunidad, y no sólo para los simpatizantes de uno u otro sector.

Desde nuestros callejones y escaleras, desde nuestros humildes vecindarios, desde estos espacios en lo que suele haber tanta violencia y tanta necesidad, y que al mismo tiempo son escenarios de importantes procesos de construcción de ciudadanía y tejido social, les decimos a Venezuela: ¡Nadie podrá separar al pueblo de su universidad: autónoma, como la soñó Bolívar; libre, como hemos peleado por tenerla; democrática, como democrático es este pueblo!

Reciban ustedes este mensaje de amor y compromiso de quienes integramos la Asociación Civil Radar de los Barrios.