Revolución

María Isabel Párraga B. // Revolución
El Universal.com

La verdadera "revolución", la "vanguardia" la están ejerciendo unos jóvenes irreverentes

Ya lo que le falta es hablar de "su" Revolución con cierta nostalgia. Lo que pudo haber sido y no fue¿ La sociedad, con los estudiantes a la cabeza, le dio un "parao" a las intenciones de imponer un modelo a punta de botas y cañones. Borracho de poder y confiado en que el miedo, el conformismo o el dinero harían que el resto que se siente violentado se quedara quieto, intentó avanzar a toda velocidad sin darse cuenta "del muro". Ahora se encuentra entre su propia espada y la pared. Una de las cosas maravillosas del movimiento estudiantil es la irreverencia veinteañera de todas sus acciones. Sus códigos, su agenda, sus discursos y, definitivamente, su creatividad han dejado al Gobierno sin referentes.

El temita de los cachorros del imperio endilgado a un estudiante cuyo nombre es Stalin, lo que genera es una carcajada. El caudillo ha tomado cierta conciencia del ridículo y ya no habla del "magnicidio" sino de un "golpe suave" que a lo que suena es a un acorde de Bob Marley, "suave hermano"¿ suaveeeee¿, mientras hace dibujitos de bombas al estilo de las comiquitas.

Y es que todo ese "corotero ideológico" con olor a naftalina rancia que se ha instalado como un status quo disonante en el que se pregonan unos valores pero se practican otros, ya a estas alturas les ha descubierto el tramojo eminentemente conservador. Sí, este Gobierno supuestamente revolucionario, progresista, se ha convertido en una suerte de neoconservadurismo en la práctica. Esa exaltación a lo militar, ese querer cercenar las libertades individuales, desde el cómo te vistes, hasta lo que comes, lo que lees, lo que ves y lo que piensas, ese querer negar la alternabilidad, ese deseo de perpetuarse en el poder es lo menos "progresista" que puede haber. Ante eso, la verdadera "revolución", la "vanguardia" la están ejerciendo unos muchachos cuya irreverencia los ha llevado a hacer lo que hasta ahora ningún líder de la oposición ha podido. Carear a las anquilosadas instituciones del poder público. Están diciéndoles a todos esos funcionarios "de tú a tú" lo que la mayoría desea reclamarles: "por favor, trabajen para todos". Están dando en el clavo con la bandera de la "no discriminación".

Lo que sucedió en la AN fue, ante todo, un gesto libertario. Un "yo no tengo por qué calarme" unas reglas de juego impuestas por ti sin mi consentimiento. Una nueva trampa. Un nuevo cerco. Ante eso me quito la franela roja porque yo tengo derecho a ser distinto y te dejo con tu disco rayado. El juego del Gobierno es "burocratizar" la protesta. Utilizar el argumento del "debate" como un balde de agua fría. La dirigencia estudiantil parece haberse percatado de eso y quiere sí conversar con sus "pares bolivarianos" pero en el terreno y con las condiciones que entre ellos escojan. Sin cercos, sin presiones, sin cadenas impuestas. En definitiva, el futuro les pertenece a ellos y seguro que Entre todos lo encontrarán... Suaveeeee hermano.

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