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miércoles, 28 de noviembre de 2007

No a la reforma en La Coruña. España


Manifiesto de los venezolanos en Coruña- Leido el 27-11 en la Plaza Maria Pita

Los Venezolanos que nos encontramos en el exterior y , en especial, los que residimos en España, no podemos mantenernos indiferentes ante las limitaciones de libertades que confronta Venezuela en estos momentos.

Venezuela ha mantenido una de las culturas democráticas mas sostenidas y consolidadas del continente americano, y está a punto de desviar su camino político y civil hacia una aventura mal llamada socialista, que parece satisfacer a un solo hombre y conculcar los derechos políticos, económicos e individuales de veintiséis millones de venezolanos.
Nuestro deber como venezolanos en el exterior es alertar, divulgar y participar activamente en la lucha para que la reforma constitucional que promueve el gobierno de Hugo Chávez, no se haga efectiva el próximo día tres de Diciembre, en el que se realizara un referendum que decidirá el futuro del país.
Esta reforma significa el establecimiento de un régimen personalista, en el que todas las decisiones dependen del Presidente de la República; su reelección indefinida en periodos de siete años; y la instauración de una ideología única, en lugar del pluralismo político que ha existido en Venezuela durante cuarenta años de democracia
La modificación constitucional menoscaba entre otros los derechos fundamentales establecidos en la actual constitución:
· Crea un poder popular, con el se pretende subordinar al gobierno la función constituyente que pertenece al pueblo, y se dispone que ese poder “no nace del sufragio, ni de elección alguna, sino de la condición de los grupos organizados como base de la población”, con lo cual se abre campo a la participación tumultuaria de activistas políticos uniformados, reunidos en asambleas en las que no existe el secreto a voto.
· Se lesiona el derecho de la propiedad, donde se permiten las confiscaciones y ocupaciones, a capricho de los funcionarios del estado.
· Se suprime el derecho de todos a dedicarse a la actividad económica de su preferencia.
· Se desconoce la garantía de la propiedad intelectual.
· Se ignora el derecho de las familias a decidir sobre la educación de sus hijos.
· Se inviste al Presidente con los plenos poderes estatales a nivel monetario, subordinándose el Banco Central de Venezuela a su autoridad, lo que pone las reservas internacionales a su disposición y cree las condiciones para que el gasto publico sea desbocado, y por lo tanto, el aumento de la inflación a límites insospechados.
En realidad, no se persigue aprobar una Constitución para regir el futuro del país, ni aportar soluciones a los problemas actuales y reales de la sociedad venezolana: el desempleo, la pobreza, la inseguridad de las personas y de los bienes, las corrupción administrativa, el pésimo funcionamiento de los servicios públicos, la escasez de viviendas, la falta de efectiva vigencia de las garantías constitucionales, la ausencia de una justicia equilibrada, y en consecuencia la perdida de fe en el porvenir.
Por ello es importante asumir el compromiso de participar y decirle al mundo que nuestra libertad está en peligro, ya que se quiere conformar un gobierno centralista, personalista, autocrático, vitalicio, permisivo ante la corrupción y ante la violencia de los ciudadanos desconocedores de los derechos fundamentales; que ha introducido la división y la pugnacidad en las familias venezolanas; que al amparo de los altos precios de los hidrocarburos en los mercados mundiales hace imposible la construcción de una económica eficiente, autosustentable y competitiva, que ha impulsado a miles de venezolanos a buscar en el exterior la posibilidad de una vida mejor.
No basta con rechazar la Reforma, hay que ir a votar el próximo domingo y expresar nuestro desacuerdo, cuidando así, todos y cada uno de los sufragios ejercidos fuera y dentro del país, asegurándonos de que nuestra libertad no se vea hipotecada por un gobierno aventurero, ni ahora, ni nunca.

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