¡Sin capacidad de asombro!

Omar Lares. El Universal
¡SIN CAPACIDAD DE ASOMBRO! Nunca un congreso o Asamblea se postró al mandato y exigencias de un Presidente venezolano como ahora acaba de suceder con el tren parlamentario vigente. Nunca se vio en los legisladores de antaño el triste espectáculo recién, obedientemente, de pie, para grotescamente, a coro, espetar ¡Uh Ah, Chávez no se va! Si como suele decirse políticamente los asambleístas reflejan lo que son los países, Venezuela es el desdeño más desfigurado del continente. Hubo un diputado que expresó, más o menos, que "el Presidente es el Sol que alumbra el universo", o algo parecido. Y pensar que por esa tribuna desfilaron oradores de la talla de Jóvito Villalba, Raúl Ramos Jiménez, Rafael Caldera, Gustavo Machado, Alirio Ugarte Pelayo, Andrés Eloy Blanco, Luis Beltrán Prieto, Edecio LaRiva, y paren de contar. Razón tiene el editor Rafael Poleo cuando expresa que "este es el Parlamento de mayor pobreza intelectual que ha registrado el país". Rafael atinó a decir, entrevistado en Globovisión, que ni el de Zimbawe. Esa precipitada aprobación de la reelección indefinida de Chávez algún día les será cobrada. Más pronto que tarde pagará la genuflexión. Es todo.
NICOLÁS MADURO no tiene autoridad moral ni talla intelectual para expresarse despectivamente del Episcopado por la condena de los prelados a la pretensión chavista de reformar la Constitución para eternizarse en el poder. Menos aún, cuando la Cancillería, precisamente, premió silenciosamente a los ex jueces Belkys Cedeño y Maikel Moreno con sendos cargos diplomáticos, en el Consulado de Vigo y Embajada en Roma, a despecho de haber sido ambos destituidos de sus funciones en el Poder Judicial. Atrevido por su desfachatez el improvisado Canciller. Salve por la Conferencia Episcopal y la templada postura del Cardenal Urosa ante la aberrante conducta gubernamental.