En Venezuela se pasa hambre
Marianella Salazar. El Nacional
Oficialmente, en Venezuela se pasa hambre, según datos proporcionados por la FAO, en ocasión del Día Mundial de la Alimentación, celebrado ayer. Lo que resulta imperdonable es que estemos por debajo de Cuba, a la que venimos favoreciendo económicamente y gracias a nosotros, pudo, junto con una nación económicamente tan pujante como Chile, colocarse entre los países latinoamericanos que han reducido el número de personas hambrientas.
Cómo es posible que viviendo una bonanza económica como nunca antes, Chávez deje pasar hambre a los venezolanos a costa de repartir el dinero de nuestro petróleo por el mundo, financiando una revolución internacional y convirtiendo a un país tan hambriento como Bolivia, en otro Vietnam.
En Venezuela, el desabastecimiento de productos de primera necesidad comienza a impacientar a la gente, todos tenemos necesidad de comer y de consumir aquello que el régimen no considera indispensable proporcionar al pueblo, además de alimentos, verdades y libertad, libertad para preservarla, dos derechos humanos que a Chávez le importan un pepino, como lo espetó en uno de sus arranques: “No importa si pasamos hambre y tengamos que andar desnudos, lo importante es defender la revolución“.
Estamos destinados a pasar hambre mientras Chávez dure en el poder, posiblemente hasta que muera de viejo como Fidel, si tomamos en cuenta las reformas a la Constitución para perpetuarse y sus confesiones recientes de no querer llegar a ex presidente. Nos quedará como en la China de Mao, el Libro Rojo para intoxicarnos (como perros callejeros que hurgan en la basura terminaremos comiendo papel inmundo). El libro rojo para devorar.
La cocina venezolana también sufre con la escasez, no hay leche ni huevos ni azúcar para darnos el gusto de saborear por lo menos un quesillo; ojalá, el libro rojo de Armando Scannone, el primero de una trilogía en la que destacan los colores de nuestra bandera, ese que esta semana celebra sus primeros 25 años con un gran evento gastronómico en el Tamanaco, pueda en el futuro transportarnos a los sabores y olores de la esperanza.
TIC TAC
Mala leche: la leche negociada por el Gobierno venezolano en China será distribuida exclusivamente en Mercal para regalarla en la campaña a favor del Sí, en el referéndum de diciembre, entre las clases populares y seguidores del régimen.
Paraíso turístico revolucionario: el jueves pasado fue vejado en el aeropuerto de Maiquetía un joven italiano -directivo de una importante empresa vinícola del Veneto, retenido como sospechoso de ser “mula” por las autoridades de turno. Interrogado en el Duty Free y posteriormente encerrado por 20 minutos en una oficina donde intentaron “matraquearlo”, ante su negativa fue llevado irregularmente en un vehículo no oficial a un hospital de Vargas, donde le practicaron exámenes médicos y rayos X, frente a dos testigos -que plastifican valijas- que forman parte del nuevo modus operandi. Ante la pregunta del por qué no lo examinaban en el servicio médico del Aeropuerto, como se hace en todos los terminales internacionales, los oficiales le advirtieron que “si no colaborara lo venderían como carnada de secuestro para que su empresa cancelara el rescate en dólares”. Afortunadamente, los médicos venezolanos levantaron un acta en la que dan fe del resultado de los exámenes y solicitaron a los policías que le devolvieran su celular para que pudiera llamar a su embajada. Así, se frustró un secuestro que engrosaría las estadísticas de los graves delitos que sufren los visitantes extranjeros en Venezuela
tic tac
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