Chávez parte el corazón de Venezuela
CLODOVALDO HERNÁNDEZ. El Pais España
Alejandro Sanz ha dejado de ser noticia en Venezuela por los más recientes episodios de su agitada vida personal para convertirse en centro del debate político. Las palabras que pronunció hace tres años contra el presidente Hugo Chávez -"No me gusta, como tampoco me gustan [gobernantes] de otros sitios, y el mío [entonces, José María Aznar] tampoco me parece que lo haya hecho muy bien"- le han pasado factura. Chávez le ha prohibido actuar el 1 de noviembre en el escenario previsto, de titularidad estatal. Las entradas están vendidas y la empresa promotora Evenpro pide calma a los seguidores y hace esfuerzos por encontrar otro lugar donde montar el concierto.
"La decisión es de trogloditas. Ni más ni menos", dice una articulista
El debate está en la calle. Pero no se trata sólo de la discusión de siempre, entre partidarios y opositores del presidente venezolano Hugo Chávez. La decisión del Ministerio de Educación Superior de negarle al cantautor español el uso del Poliedro de Caracas para la presentación del espectáculo El tren de los momentos ha traído amargas diatribas incluso entre simpatizantes del Gobierno.
La más notoria de esas confrontaciones la tuvieron el titular de ese ministerio, Luis Acuña, y Maripili Hernández, una dirigente del chavismo que ejerce de periodista en la emisora Unión Radio. Hernández le interrogó acerca de la causa de la suspensión del concierto de Sanz y él respondió: "Decidimos que no va porque no va". La periodista, que ha desempeñado importantes cargos gubernamentales, como la presidencia del canal estatal Venezolana de Televisión y el viceministerio de Relaciones Exteriores para Norteamérica, rechazó tal respuesta y volvió a preguntar reiteradas veces hasta que Acuña, acorralado, dijo: "Los venezolanos deben decidir si alguien que ha despotricado del país y de su gobierno, debe o no cantar en el Poliedro".
"La decisión es de trogloditas. Ni más ni menos. Atrabiliaria y sectaria. Ni más ni menos. De escasos intelectuales. Ni más ni menos. Una muestra más de que en esta nueva Venezuela quien no piense como el Gobierno, quien no calle y se incline, quien no le haga la corte, pues simplemente recibe un 'no te vistas, que no vas", dijo la articulista de prensa Soledad Morillo, concejal del municipio de El Hatillo, una zona de clase media y alta mayoritariamente opositora. "Me parece que hay una gran dosis de arbitrariedad en todo esto, lo que no le hace ningún favor a la Revolución", advirtió, por su parte, el fotógrafo Juan Vicente Gómez, militante del chavismo.
Los fans de Sanz, que ha eludido entrar en la polémica, esperan con impaciencia el anuncio de que Evenpro ha encontrado un escenario para el concierto - "Estamos haciendo nuestro mejor esfuerzo para la reprogramación del espectáculo", dicen en la promotora-. No es fácil, porque no abundan en Caracas los foros apropiados para un evento masivo, y los que existen están también en manos del Estado. En otra época del año habría sido una opción el estadio de béisbol de la Ciudad Universitaria, pero entre octubre y enero se utiliza casi a diario para el campeonato profesional de ese deporte, el más popular en Venezuela.
"Espero que no se cancele", dijo Emelina Acosta, una secretaria de 23 años. Si antes me gustaba, ahora estoy enamorada de él, porque además de lindo y de un gran cantante, es tan valiente...".
"Si Alejandro Sanz viene aquí como artista, estamos dispuestos a recibirlo con la dignidad que merece un artista. Nosotros respetamos la diversidad cultural, incluso las expresiones más comerciales. Pero él ha venido como político de oposición y ha utilizado los espacios del Estado para difundir mensajes contra nuestro proceso. Tenemos razones más que suficientes para tratarlo como un político contrarrevolucionario más", dijo Iván Padilla, viceministro de la Cultura.
El Poliedro es un domo con capacidad para unas 15.000 personas, ubicado en terrenos de La Rinconada, el hipódromo de Caracas. Chávez le asignó hace poco su administración a la Universidad Bolivariana de Venezuela.
La primera medida tomada por las nuevas autoridades fue suspender varios de los espectáculos programados para el resto del año. Inicialmente se alegaron razones de seguridad, pues la estructura, construida a principios de los años 70, presenta algunas fallas. Pero la tesis se ha caído por su propio peso, pues esta semana se realizó en el lugar un acto de masas encabezado por el propio Chávez, al que asistieron los 14.000 militantes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), la nueva organización política de la revolución. La multitud tuvo oportunidad de bailar con la música del grupo afrovenezolano Madera y el presidente Chávez no desperdició la oportunidad para cantar un poco. Tal vez no fue premeditado, pero uno de los temas que entonó ese día, Estar enamorado, se hizo popular en Venezuela en la voz de otro español: Raphael.
Otros artistas que tenían previstas presentaciones no han sido afectados. Tres días después de la fecha de la fallida cita con Sanz cantará la mexicana Belinda. Luego se presentarán sin inconvenientes Daddy Yankee, la banda Aventura y Jorge Celedón.
Aparte del El tren de los momentos, se suspendió un espectáculo que todos los fines de año patrocina la empresa cervecera Polar porque la nueva administración consideró que un ente educativo no debe auspiciar el consumo de bebidas alcohólicas.
La controversia acerca del cantautor ha alimentado también la chispa humorística de los venezolanos. Hay quien dice que, como Chávez acaba de poner en circulación su primer disco compacto (una recopilación de sus incursiones en el canto), quiere eliminar a los buenos competidores. Otros bromean acerca de la asimetría de los dos protagonistas de la disputa. "¿Alejandro Sanz? ¿Y ése es presidente de dónde?", dijo Ismael López, en un programa de radio participativa. "¿Con qué país se ha peleado ahora Chávez?".
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