Espectaculo Circense
EL NACIONAL
El arzobispo de San Salvador, Fernando Sáenz Lacalle, dio en el clavo cuando se refirió al “espectáculo circense” que todas las semanas protagoniza Hugo Chávez en su insultorio dominical.
Aunque “ya aburre”, –como afirma el prelado centroamericano–, hay que reconocerle sus éxitos aplicando trucos de amaestramiento sobre gente desprevenida que, a semejanza de los animales, responde a reflejos condicionados por el hambre y el sufrimiento. Incitados por la idea de no continuar en ayunas hacen su número para lograr su subsistencia. Es cuestión de priorizar las necesidades.
Los sectores que reclaman libertad se proveen sus tres golpes diarios, por eso se ocupan de algo que el Gobierno no considera indispensable proporcionar al pueblo, como la verdad y los derechos humanos. Sobre el escenario de cada “espectáculo circense” transmitido en cadena de radio y televisión –próximamente por canales de suscripción– se muestran todos los actores del circo bolivariano: payasos, ventrílocuos, saltimbanquis, adulantes, próceres, soldados, batallones, infantería, asambleístas y público en general, todos muy bien domados.
Cuando algún hijo de vecino se sale del guión previamente aprobado, es vejado, prácticamente linchado y lanzado a la jauría, como sucedió con el dirigente vecinal Nelson Mora, del barrio Federico Quiroz, quien pretendió leer una cartilla de verdades que el dueño del circo no está dispuesto a escuchar ni a perdonar. Hay que aguantar el látigo, obedecer amaestrados y esperar por los alrededores del Inavi o de Fondur para ser agregados a las listas de vivienda, sin garantía de adjudicación. El que sufre de más privaciones está sometido a esos métodos revolucionarios tan poco humanitarios. ¡Socialismo o muerte! La revolución bolivariana atiende a una tramoya muy bien montada para perpetuarse a través del arte de la guerra, ella hace delirar a gente ávida de espectáculo y violencia.
Tic tac
Tururu tururu... La perversidad en el ensañamiento contra Marcel Granier y RCTV ilustra cómo se administrará el terror en los medios de comunicación, aunque sea a costa de producir traumas nacionales. El hecho de que RCTV volviera a las pantallas –aunque no fuese por señal gratuita– y que la gente de los barrios saliera en desbandada a suscribirse a la televisión por cable para disfrutarla sin las maratónicas cadenas presidenciales, causó indignación en el “líder supremo”. La oportunidad de adoctrinar y dar pautas a quienes no tenían otras opciones de entretenimiento sino la de televisión por señal abierta, se vio mermada, dejó al Gobierno sin control sobre las decisiones de los suscriptores y con una tremenda dificultad para establecer el pensamiento único. La medida de cierre contra RCTV, la confiscación de sus equipos, ha sido un tremendo embarque. Además de destruir la frágil imagen de régimen demócrata en la comunidad internacional, obstaculiza la deseada hegemonía comunicacional, a menos que encadenen toda la red. Enroque postergado.
El domingo pasado, el presidente Chávez sorprendió con su decisión de ratificar al ministro Rafael Ramírez cuando iba a sustituirlo. Y es que no le gusta que lo presionen. Los anuncios del padre Palmar de hacer público unos documentos que incriminan al ministro y al entorno presidencial lo han puesto en gran aprieto, pero no dará su brazo a torcer, a menos que Ramírez deje pasar unas semanas y le ponga la renuncia. Fuentes de inteligencia insisten en que será el general Raúl Baduel quien asuma la presidencia de Pdvsa
tic tac
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