Chávez, el camorrero solitario…

No bastó su rauda huída hacia países tan lejanos y ajenos a nosotros como Rusia, Bielorrusia e Irán. Con su actitud de niño malcriado y prepotente se da el lujo de amenazar a los países hermanos del Mercosur: “Si siguen criticando mis devaneos autoritarios, boto tierrita y no juego más, me salgo del Mercosur”. Así de simple ha sido su reciente planteamiento; amén de los insultos anteriores a los congresos de Brasil, Chile…

¿Esto no es interferir en la política interna de otros países? Por eso Lula hace piruetas para seguir mamando de la abultada y generosa ubre petrolera vernácula. Pero todo tiene un límite.

Todavía el detonante de RCTV está haciendo estragos –en el plano nacional e internacional– en la tejida y costosa popularidad de Chávez. Ésta se derrite como el hielo bajo el ardiente sol tropical. A pesar de los altos ingresos fiscales, luce difícil seguir ocultando la profunda crisis y fragilidad de la revolución bolivariana, ahogada en la corrupción, la ineficacia, el desorden…

De otra parte, el movimiento estudiantil llegó para quedarse… Llegó para hacer historia de la buena.

En el concierto internacional el país está cada día más aislado. Los jefes de Estado latinoamericanos no pierden oportunidad para marcar distancia de su intemperante par venezolano. Sus “hermanos” de ayer, hoy no lo son tanto. Claro, se lo han chuleado hasta el cansancio. Aunque todavía lo pueden hacer un poco más. Sólo nos apoyan los iraníes y los cubanos (Bolivia y Nicaragua no cuentan a la hora de las chiquiticas), porque los rusos le venden armamento al nuevo rico “comprador compulsivo” e inmediatamente vuela Putin a entenderse con George W. Bush, en la Casa Blanca, sobre la geopolítica mundial.

Ante este escenario resulta evidente: al jefe único de Sabaneta se le enfrió la guerra fría contra el imperialismo. En pelea de tigres, los pollinos siempre salen perdiendo. De nada valen los estridentes zumbidos místicos derivados de un mesianismo delirante mientras el país va derechito a la ruina. Al final, se parecerá al marido engañado…

¡Ah! pero a lo mejor se le ocurre vender el catre en un intento de evadir la realidad. A todas luces, Chávez resulta un incómodo socio. Lula se ha dejado de pendejadas; por tanto, busca potenciar las relaciones con la Unión Europea de manera unilateral, al darse cuenta de la acción disolvente de quien desembucha tanta palabras contradictorias sobre la integración (siempre y cuando todos estén de acuerdo con su suprema voluntad) suramericana. Y, como si eso fuera poco, también desprecia a los socialistas españoles y retira a Venezuela de la Comunidad Andina de Naciones. Quizás lo atormente no conseguir a nadie con quien chocar. Los próximos combates serán contra su propia sombra…

Todo un auténtico pandemónium es la vida del comandante en jefe. Es soldado, es civil, es revolucionario, es cristiano, es ateo, es comunista; en suma, lo que más convenga en cada oportunidad. No pocas veces nuestro camorrero nos hace recordar la vieja fábula de la zorra y las uvas. Cuando no puede obtener algo, actúa infantilmente y dice que ya no quiere lo que tanto anheló en un momento dado. Ciertamente, su capacidad de maniobra está bastante comprometida. Tiene pocos amigos… Salvo aquellos que lo siguen por intereses crematísticos. Sencillamente por nuestros apetecidos petrodólares, pues. Los caminos empedrados resultan difíciles de sortear.

Freddy Lepage. El Nacional