Estaré distante de la Copa América

La visceralidad con que ha sido tratado el juez español Baltasar Garzón por representantes del alto Gobierno, incluyendo a la presidenta del Tribunal Supremo de Justicia, tiene explicación: miedo a la justicia universal. Garzón conmocionó al mundo no sólo por los procedimientos desde España contra el ex dictador chileno y senador vitalicio Augusto Pinochet, a solicitud de una asociación argentina pro derechos humanos que pedía justicia –fuera de Argentina– para víctimas de la represión militar durante las dictaduras militares, entre las cuales había ciudadanos españoles y dictó orden internacional de detención y auto de procesamiento contra ex miembros de las juntas militares de ese país latinoamericano. El juez acusado de “payaso” y “mercenario” por el Gobierno venezolano, ha perseguido delitos que no prescriben cometidos por foráneos en el extranjero, como los de terrorismo, genocidio, desapariciones. En Venezuela hay delitos perseguibles, empezando por las víctimas nacionales e inmigrantes que cayeron en la llamada marcha de la muerte, el 11 de abril de 2002. Se trata de crímenes contra la humanidad y en consecuencia imprescriptibles. No hay prisa.

Copa Roja: me entusiasma el fútbol como espectáculo, pero en esta oportunidad como espectadora estaré distante de la Copa América porque el Gobierno bolivariano la usa como si fuera un logro revolucionario. Jugando como siempre en posición adelantada, el Ejecutivo responsabiliza a la oposición de cualquier problema que surja en la realización de los juegos. El supuesto boicot oposicionista hacia el torneo continental no existe sino en la imaginación de quienes redactan los informes de inteligencia, que conocen muy bien cuál es la caída al jefe. Independientemente de la solidaridad que lleva consigo nuestra Vinotinto –con una gran oportunidad en el fútbol mundial–, el encuentro deportivo ha sido contaminado por la asfixiante propaganda oficialista que tiñe de rojo desde las gradas hasta la mascota. En los estadios, el rojo está salpicado con manchas verde oliva imposibles de ignorar; además está el escándalo que significa la no entrega de las entradas a los compradores no partidistas y para colmo Caracas será sede de un sólo juego que, de paso, está en pico de zamuro.

Día del periodista: hoy marcharé en defensa del sagrado derecho de la libertad de expresión junto con mi gremio, estudiantes y otros sectores de la sociedad que también manifiestan, de manera inequívoca, su preocupación por el desmantelamiento de la democracia, un sistema que los no violentos defendemos exclusivamente con la palabra. El régimen de Hugo Chávez es hostil a las libertades, además de las amenazas ha venido perpetrando atentados contra la libertad de expresión: imputaciones, juicios a periodistas y cierres de medios de comunicación, como el de RCTV, que ha provocado un rechazo prácticamente unánime en la comunidad internacional. Al cumplirse un mes de la salida forzosa de ese importante canal de televisión, debemos rechazar cualquier medida de naturaleza totalitaria que subvierta la cultura democrática o lesione gravemente los derechos constitucionales de los ciudadanos. Con el cierre de RCTV se ha pretendido provocar la muerte de la libertad de expresión. Resulta simbólico que, en este día del periodista, el hombre que pretende “sovietizar” la prensa venezolana busque inspiración en Moscú, y ante el cadáver insepulto de Lenin logre transmigrar el nefasto espíritu que hizo posible aquella brutal dictadura del pensamiento único.

Marianella Salazar. El Nacional