Baja sintonia de Venevisión

“Mandaron hacer una encuesta y, resultados en mano, se dispararon las alarmas. ¿Factura de los televidentes por su falta de solidaridad con el canal de Bárcenas? ¿Cuentas por cobrar por tanto acuerdo con “el huido del viaducto”? ¿Reclamo por la falta de información?

Lo cierto es que un elevado número de televidentes decidió borrarlo de su control remoto, única manera pacífica de expresar el rechazo ante quien no interpreta el sentir de un país. ¡No te veo más y punto! Una reunión de los altos ejecutivos fue acordada.

El dueño, quien por cierto cada día es más rechazado por la población, más señalado como traidor del gremio y del país…la presidió, él sabe de encuestas y números -es su especialidad- y precisamente por saber de eso reconoció “que se les fue la mano en la actitud complaciente del medio con el gobierno”… pero… “tenemos la concesión por cinco años mas”, ripostó el director de escena -otrora conocido como gerente de automercados-; “qué asco”, me dice uno de los presentes que fue lo que pensó…se entregó la trayectoria de un medio de comunicación, se entregó a un país por una concesión, que de pronto podría también ser arrebatada, sin que esta vez, nadie lo sienta, proteste o llore.

Lo cierto es que la Colina no halla cómo levantar los números, no pueden pescar uno solo de los televidentes a quienes se les arrebató Rctv. Ahora, los espectadores sintonizan a Globovisión, sienten que es el único canal de televisión que les queda para informarse y, para distraerse, los que pueden pagar sintonizan alguno de los medios por cable.

El estudio de opinión no miente: Si no hay 2…tampoco hay 4. Como remate de esta historia circula una copia de un programa ordenado por el jefe de la organización donde el ex gerente de automercados (y mano derecha del jefe) tendría que responder ante las cámaras por la actitud valiente del departamento de prensa que se niega a seguir la política de desinformación ordenada por él.

Se dice que el programa fue tal desastre, que se engavetó…pero anda rodando por allí y no dudan que de pronto aparezca por alguna página de Internet. ¿Qué tendrá el programa que ahora hay una cacería para encontrar a quien lo copió y repartió?”