Chavistas saturados
Mario Villegas
El Mundo
Estoy percibiendo un fenómeno, en nada producto de la fantasía: cada vez es mayor el número de mis conocidos que rompe con la adoración absoluta y la incondicionalidad al presidente Hugo Chávez Frías. No sé si será un fenómeno masivo, pero lo sospecho creciente y sostenido. La mayoría de quienes me transmiten su descontento manifiestan estar saturados, hartos de un gobernante que cada vez discursea más y concentra más poder, mientras campean la inseguridad y la corrupción, que junto a otros graves problemas sociales sepultaron al puntofijismo y catapultaron a Chávez a Miraflores.
Algunos de quienes pasan por ese trance consideran que el Presidente se ha enfermado aún más en el ejercicio del poder desde su reelección en diciembre pasado, a partir de la cual éste habría empezado a “loquear” de forma incontrolable. Otros comienzan a experimentar serios temores con motivo de la propuesta de reforma constitucional, en la que encuentran serias amenazas a la estabilidad social y a su seguridad familiar. Las últimas presentaciones públicas del Jefe del Estado, entre ellas su más reciente “Aló, Presidente”, en el que vapuleó a los camarógrafos y demás integrantes de su personal técnico, han alimentado el descontento de muchos chavistas. Reacción similar ha provocado la resistencia de Chávez y de su entorno de incondicionales a reconocer el derecho a la disidencia por parte de quienes, aún siendo sus aliados políticos, se atreven a formular reparos a la proyectada reforma constitucional y a la intención de aprobarla atropelladamente sin un elemental debate democrático.
En su mayoría, las personas que conozco en semejante circunstancia, siguen estimando necesario un proceso de cambios progresistas en la sociedad venezolana, pero sin que ello aniquile la convivencia pacífica y democrática entre los venezolanos, ni conduzca a los hombres y mujeres de esta tierra a arrodillar su dignidad ante los caprichos de ningún predestinado.
Tengo la presunción de que, por lo pronto, este descontento no se manifestará abiertamente, pero que se expresará sin reservas en el referendo previsto para la reforma constitucional. La más amplia y diversa disidencia nacional puede tener en el voto castigo un ejemplarizante y demoledor punto de encuentro.
QUESITO PARA FIDEL
Verdaderamente obscena es la confesión que acaba de hacer el Jefe del Estado en el sentido de que mandó a Cuba a dos expertos para que enseñen a los cocineros de Fidel Castro a prepararle queso guayanés al convaleciente presidente cubano. ¿Cómo puede uno ver con buenos ojos este grosero relajo con los dineros públicos que tiene su epicentro en Miraflores?
TRINO
Una cosa es adversar a Chávez y otra es convertirse en propagandista del capitalismo. Me sorprende haber visto en este papel a Trino Márquez durante un debate por Televen con el pepetista Orlando Castillo. Márquez fue, junto con Carlos Blanco y Alexander Luzardo, de los más influyentes soportes intelectuales de la última campaña presidencial de José Vicente Rangel, cuando éste fue apoyado por el Movimiento Electoral del Pueblo, el Partido Comunista, la Liga Socialista y otras organizaciones de la izquierda socialista.
EDO
Admiro el excelente trabajo profesional que diariamente realiza el caricaturista Eduardo Sanabria. ¡Qué caricaturas tan ingeniosas y elocuentes! Cuando abro el periódico, lo primero que busco es su trabajo, salvo los miércoles, cuando le echo una mirada inicial a mi columna y de inmediato me paso para su caricatura. Me honra compartir con EDO el mismo espacio de opinión en las páginas de El Mundo.
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