Nos mudamos, ahora estamos en www.elpoderdelciudadano.blogspot.com

Haz click aca para ir a nuestra nueva casa:

http://elpoderdelciudadano.blogspot.com/

viernes, 21 de diciembre de 2007

Y el juego no ha terminado


Mariahé Pabón (*)

Una lógica similar se extiende, según la fuente de inteligencia de más alto rango entrevistada por El País, al tema de los secuestrados de las FARC: "Si Chávez quisiera, podría forzar la liberación de Betancourt mañana mismo, independientemente de si está en Venezuela o Colombia. Les dice a las FARC: 'La entregan o se acaba el juego acá en Venezuela'. La dependencia que se han creado las FARC en Venezuela es de una dimensión tan enorme que no se podrían arriesgar a decirle que no". Lo afirma un desertor de las FARC de nombre Rafael, en conversación con el periodista John Carlin, publicada el 6 de diciembre en el diario El País de España.
El polvo blanco
Desde hace mucho tiempo se ha venido insistiendo acerca de los fuertes lazos que unen al gobierno de Chávez con el alto mando de las FARC, Fuerzas Revolucionarias de Colombia. Esto por un lado. Por otro, el reportaje investigativo de El País, insiste en que por Venezuela transita el treinta por ciento de las 600 toneladas de cocaína que se negocian en el mundo y que la totalidad de la droga colombiana que sale tiene como destino Europa, España y Portugal como principales puntos de entrada, y con un valor de mercado en las calles europeas por encima de los 10.000 millones de euros al año.
Los que manejan el negocio no son otros que los delincuentes de Tiro Fijo. La investigación salva el pellejo de Chávez al no involucrarlo en el narco oficio, pero acusan directamente a las fuerzas militares de Venezuela, como responsables de llevar la droga por aire, tierra y agua a su destino. Ya se han publicado detenciones de aviones y naves de bandera venezolana contentivas de cocaína, lo cual viene a corroborar lo publicado en un informe especial de la Revista Semana, en donde se preguntan por qué el jefe único de las FAN venezolanas, se hace de la vista gorda ante las evidencias de un delito que todos conocen, menos él.
El acto de desagravio
Las FARC, mediante sus voceros autorizados han declarado que la primera entrega de los rehenes es un franco acto de desagravio al Presidente Chávez y que están dispuestos a liberar al resto de secuestrados si Alvaro Uribe renuncia a su cargo. No han pensado, por ahora, en los 500 guerrilleros que se encuentran en las cárceles colombianas ya que la intención primaria es la de darle una bofetada a Uribe por haberse atrevido a negarle el protagonismo a su aliado. Se dice que los tres rehenes deben estar ya en las fronteras de Brasil o Venezuela y que será la Cruz Roja, la encargada de recibirlos. Córdoba y Chávez serán en esta oportunidad los grandes héroes de la película. Tres familias colombianas podrán abrazar a sus seres queridos, mientras miles llorarán la muerte y secuestro de todos aquellos con los cuales las FARC no han tenido la mínima compasión. El evadido de la selva, John Pinchao, contó que Emmanuel el hijo de Clara Rojas le fue arrebatado de sus brazos. Gracias a Dios, ya está con ella.
La muerte de Bolívar
Antonio Martínez Zulaica, historiador colombiano, escribió en Patobiografía de Simón Bolívar, una de las investigaciones más completas sobre la muerte del Libertador. No he leído un libro que detalle con documentos de la época, todas las enfermedades y vicisitudes que sufriera Bolívar en las diferentes etapas de su vida, muchas de ellas relatadas por él mismo en el Diario de Bucaramanga.
Para empezar, tanto la familia paterna como la materna, los Bolívar y Ponte, Palacios y Blanco, fueron víctimas de la tuberculosis y Bolívar cargó con ese estigma hasta el fin de sus días. Habla Martínez Zulaica, de profesión médico, de las muchas reacciones emocionales de Bolívar, producto de su tuberculosis y de las numerosas lesiones corporales sufridas en los largos viajes a lomo de caballo.
En fin, que nadie podría hablar hoy de envenenamiento, como no fuera algún enfermo que se atreviera a profanar su sarcófago en lugar de dedicarse a averiguar el por qué en Venezuela, mueren tantos niños en los hospitales, tantos jóvenes en los barrios, tantos inocentes en las cárceles. Y, si fuera posible, el gobierno tendría que descifrar la misteriosa muerte de Danilo Anderson.
Bolívar murió con una camisa prestada, odiado por los suyos, sin maletines, ni barcos, ni aviones, lejos de su Manuela, pidiendo en su agonía la unión de la gran Colombia y el perdón a sus traidores.
Hoy, su peor enemigo, debiera hacerse revisar, no por un babalao, sino por un psiquiatra. Lo necesita, por el bien de todos.


mariahep@yahoo.com

No hay comentarios.: