Universidades contra la reforma

Leonardo Atencio Finol /Rector de LUZ
Los rectores de las universidades UCV, UC, ULA, USB, UCAB, UCLA, UPEL, UNET, Unexpo, Unica, URU, y LUZ hemos considerado oportuno dirigirnos al país para expresar nuestra opinión en torno a la propuesta de modificación de la Constitución nacional presentada por el señor Presidente de la República y ampliada extensamente por la Asamblea Nacional, lo cual amerita la convocatoria a una Asamblea Constituyente por cuanto cambiaría profundamente el país que conocemos y los valores de la venezolanidad que han permitido la convivencia y el diálogo como instrumentos para la solución de los problemas. Nos anima nuestras convicciones democráticas y la condición de "representante legal de la Universidad y el órgano de comunicación" de la institución con el entorno (art. 37, Ley de Universidades).
En tal sentido y al amparo del artículo 2 de la LU que obliga a la universidades a "colaborar en la orientación de la vida del país mediante su contribución doctrinaria en el esclarecimiento de los problemas nacionales", consideramos inaceptable -en los términos actuales- tal texto porque "menoscaba, en algunos casos, y elimina en otros, principios y derechos" esenciales para la persona humana, consagrados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas (1948) y en la Carta Magna que apenas nueve años después de su promulgación se pretende modificar para implantar una ideología sustentada en una entelequia denominada "socialismo del siglo XXI" o "socialismo bolivariano", mediante el cual se conculca el régimen de libertades que nos hemos dado y deja desguarnecido al Estado democrático y social de Derecho y de Justicia que propugna (...) la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo político (art. 2, CRBV).
Una propuesta nefasta para el país y en particular para las universidades dado que, de aprobarse, significaría la instauración de un dogma y por tanto la muerte de la libertad de pensamiento y opinión; de la crítica y la disidencia; de la convivencia y el diálogo. Al respecto, decimos con el doctor J.E. Lossada (1946) que la Universidad no puede permitir la presencia de dogmas en su seno porque dogmatismo es intransigencia, rigidez inadaptable a la movilidad real, paro de la investigación y de la crítica, barrera de la inteligencia, cuestión que se manifiesta a diario cuando el odio y la violencia impide o limita el cuestionamiento a la propuesta, utilizándose verdaderas hordas que atacan a quienes se le opongan.
Por lo antes expuesto, solicitamos del señor Presidente de la República y la AN retirar la propuesta de reforma, y al CNE suspender la convocatoria al referendo.