¿De qué tamaño es el miedo?
Carlos Blanco // Tiempo de palabra. El Universal
"La de Baduel puede ser una contribución inestimable a la derrota de Chávez".
¿De qué tamaño es el miedo?
Chávez tal vez cree que puede salir aventado del poder. Puede tener razón, aunque a lo mejor logra capear el temporal como otras veces; lo cierto, es que actúa como si las rodillas volvieran a sentir el traqueteo de aquella noche de febrero de 1992. No hay síntoma más claro del temor que erosiona a los gobernantes que cuando se incrementa la represión. La represión es fruto del miedo. La represión comienza cuando la política se acaba, cuando las fintas del estadista se truecan en el sangrero de los sicarios. La represión se desenvuelve cuando el poder se despoja de sus arreos y disimulos, para transformarse en disparo y en garrote. Es patético el espectáculo de estos revolucionarios, para los cuales la era paría un corazón, que con Mercedes Sosa y Soledad Bravo daban gracias a la vida, que con Violeta Parra maldecían el alto cielo, y que compartían con Alí Primera que no bastaba rezar, convertidos en unos miserables que cuando no portan la pistola mandan a que otro eche los tiros; evidencian un miedo transparente al que sólo alivian dosis crecientes de la droga represiva. Encubren esta mutación con la excusa de la defensa de la revolución. Pura mentira. Es el mismo cambio que sufren aquellos que cogidos por la policía, se convierten en delatores y luego en feroces aniquiladores de sus ex compañeros. Esta es una revolución que croa. La revolución de las ranas y de los sapos.
Crisis Militar
La denuncia de Baduel es expresión de una crisis militar hondísima. Así como hay militares que no son ni fueron chavistas sino institucionalistas; hay oficiales que sí lo son y sí lo fueron. Baduel expresa ese sector que acompañó el delirio durante un tiempo y se separó de él. Esta actitud representa la ruptura de un trozo de la FAN que venía, remolón, embarcado en el Titanic. De allí que la crítica al General, pertinente quizá en otros terrenos, no puede oscurecer el inmenso valor que tiene que un pedazo de la FAN se haya separado de la locura bolivariana ¿No es precisamente eso, que los que amparan este ensayo de destrucción de Venezuela dejen de colocar el hombro que coopera con el César? La de Baduel puede ser una contribución a la derrota de Chávez.
Esa crisis militar no la resolverán con la purga, porque el "ellos" y el "nosotros" dentro de la FAN se ha diluido. Chávez, creyendo que apuntaba con su fusil a la cabeza del enemigo, se ha dado un tiro en el tobillo. El "enemigo" era "amigo". Y el "amigo" es el enemigo.
Chávez enseñó que los alzamientos militares debían tenerse por legítimos cuando el país creía ver corrupción donde se esperaba probidad; cuando veía desamparo cuando el lugar tenía que ocuparlo el amor al prójimo. A lo mejor no hay insurrección sino actos sucesivos, sistemáticos, a lo "fuenteovejuna", de desobediencia. Algo de eso debe haber porque los militares son víctimas del desvarío del Comandante y su peor castigo es convertirlos en la quilla de una embarcación que naufraga.
Nuevos y Viejos
El estudiantado entró en proceso de rebelión. Es parte de un levantamiento progresivo de las fuerzas sociales del país. Hay quienes piensan que, por fin, salieron los dirigentes que el país esperaba, como expresión de que todo lo que había salido antes, representando la disidencia, era poco deseable.
Una aproximación de esa naturaleza desconoce la dinámica social. Desde 1999, en la confrontación contra el autoritarismo, han aparecido sucesivas oleadas de grupos y de dirigentes en una carrera de relevos absolutamente indispensables. Primero, los dirigentes de la CTV y Fedecámaras, luego los partidos en la Coordinadora Democrática, más adelante nuevos líderes de Fedecámaras, junto a la CTV y a la Gente del Petróleo, luego los de Súmate y de los medios de comunicación, posteriormente los militares de Altamira, en seguida Manuel Rosales y la alianza que lo acompañó; y en esta etapa el siempre combativo y valiente movimiento estudiantil, con los nuevos ingredientes de las defecciones del chavismo representadas por Podemos y los militares de Baduel. Con la presencia aguerrida de intelectuales, periodistas, artistas y gente del sector cultural. No son grupos incompatibles, sino evoluciones -algunas contradictorias entre sí- dentro de un aprendizaje de las experiencias, que corrige errores, suma contingentes y se reconstituye en la pluralidad real que es Venezuela.
Contra la Autonomía
El movimiento estudiantil salta al primer plano con el caso del cierre de RCTV. En ese momento, la sociedad democrática entendió correctamente que se trataba de un ataque masivo y combinado, ya no sólo por el control del Estado, sino de la sociedad y de sus formas de expresión. Los estudiantes tienen presencia nacional y junto a ellos, los trabajadores petroleros, de la construcción y del transporte elevan su voz.
Los estudiantes expresan la especial sensibilidad de los centros educativos, en particular de las universidades, ante los ataques del Gobierno. La universidad es siempre una presa apetitosa para los badulaques encaramados en el poder. A pesar de que una supuesta revolución de izquierda esperaba contar con las universidades, la percepción es que una autocracia militarista con retórica zurda, ha convertido en focos críticos a estos centros de estudio. Esto incluye a universitarios socialistas que cada día toman más distancia con este galimatías llamado revolución; por supuesto, los que no son empleados públicos o que no reciben su dinerillo. Intervenir las universidades es el objetivo del régimen.
Los Círculos del Terror
Ante la crisis militar, el descontento social y la presencia de la vanguardia estudiantil en las calles, la FAN y las policías no son instrumentos totalmente confiables. Algunas unidades pueden ser fieles al diseño represivo, otras vacilantes y las más, definitivamente negadas. De allí que el poder se sienta en la necesidad de apelar a grupos paramilitares como los que asaltaron a los estudiantes y a la UCV.
No es que al Gobierno se le ha escapado de las manos el control de las brigadas de choque: es que las necesita y maneja. Ni siquiera un amago de desautorización a los matones. Ya pronto se verá cómo ascienden a la categoría de héroes, condecorados con la Orden al Mérito Llaguno en su clase mortífera.
Y a Propósito...
En este marco, la idea de un referéndum luce como descolocada. La siempre simpática y servicial Luisa Estela seguramente está a la orden para que, si la necesidad apremia, proporcione la hoja de parra necesaria para el aplazamiento de la consulta. Lo cual, aunque sea maniobra, evidenciaría la debilidad de la tramoya constitucional. Chávez no quiere que se aplace, pero quién sabe¿ Aplazarlo puede significar que no exista más adelante¿ quién sabe¿ el torbellino está allí, a la vista...
carlos.blanco@comcast.net
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