Contra el terrorismo de Estado

Escritos Profanos. Antonio Sanchez Garcia
El presidente de la república, arrinconado por las fuerzas constitucionalistas que irrumpen con fuerza incontenible desde todos los sectores democráticos del país - desde las universidades a las academias, desde la Iglesia católica hasta los sectores empresariales e incluso desde lo profundo de las fuerzas democráticas del chavismo y del seno mismo de nuestras fuerzas armadas – como acaba de expresarse a través del ex ministro de la defensa y más importante soldado de la república desde los eventos del 11 de abril de 2002, el general Raúl Isaías Baduel – el presidente, repito, siente que su proyecto ha sido herido de gravedad. Sabe que ha ido demasiado lejos y le espera posiblemente una derrota histórica. Ya presiente que el fin del proceso puede aproximarse. De allí la inmensa peligrosidad de la crisis por que atravesamos. El terrorismo de Estado es la última carta del régimen par imponer su proyecto totalitario.

En la vanguardia de las fuerzas constitucionalistas y democráticas, como ha sucedido históricamente en nuestra patria desde las luchas independentistas, se encuentra el movimiento estudiantil, que con sus manos blancas y libres de toda arma que no sea el afán de justicia que palpita en los corazones de los jóvenes universitarios venezolanos, ha decidido enfrentar al régimen y convocar a la unidad y la reconciliación nacional. Dando pruebas fehacientes y conmovedoras de lucidez, coraje, inteligencia y alto sentido patriótico. Lo aplaude, lo respalda y lo acompaña el sentimiento mayoritario del pueblo venezolano.

Es lo que el régimen no puede permitir. Y así, utilizando sus bandas de facinerosos que actúan armados con pistolas de alto calibre e incluso bombas lacrimógenas dotadas por elementos de los cuerpos de seguridad del estado – en el mejor estilo del nazi fascismo – se han lanzado a invadir los campos universitarios, pretendiendo sembrar el terror, la desolación y la muerte. Siguen al pie de la letra las ordenanzas de este domingo del teniente coronel Hugo Chávez: reprimir y amedrentar al estudiantado, aterrorizar a sus familias y acallar toda protesta y todo movimiento emancipador, para imponer su régimen totalitario.

Primero fue la universidad del Zulia, con un saldo de dos estudiantes asesinados. Luego han sido la universidad del Táchira, la de Los Andes en Mérida y la de otros núcleos universitarios en la capital y ciudades del interior del país, en donde los grupos de choque del gobierno combinados con las fuerzas policiales han penetrado a saco buscando aterrorizar a la comunidad universitaria. Ayer se atrincheraron en la Escuela de Trabajo Social de la UCV, desde la que intentaron asesinar a jóvenes universitarios. Hirieron a varios de ellos. En el mejor estilo del pistolerismo asesino de Puente Llaguno. Siguiendo un método clásico del pistolerismo cubano que llevara a Fidel Castro al Poder y que hoy pretende implantar en Venezuela. Tal como el 11 de abril, existen testimonios gráficos irrebatibles del accionar asesinos de los matones del régimen. Sin embargo, tal como entonces, los pistoleros serán condecorados por un gobierno que así demuestra su naturaleza forajida.

La respuesta no puede ser otra que el más amplio, profundo y definitivo repudio a las acciones hamponiles del chavo fascismo. Así como la sindéresis y el temple de todos los sectores opositores, evitando caer en las provocaciones criminales y asesinas de un gobierno que, consciente del fracaso que le espera y el aislamiento en que comienza a verse hundido nacional e internacionalmente, quisiera precipitar los acontecimientos y pasar de la estrategia del golpe de estado constitucional al golpe de estado puro y duro.

La única respuesta adecuada es fortalecer y profundizar nuestras luchas democráticas y pacíficas contra el castro fascismo. Oponerse al golpe de estado. Unir todas nuestras fuerzas y preparar los combates futuros en nuestra lucha por la recuperación de nuestra democracia y nuestra soberanía, usurpada por el pistolerismo gobernante. A mantener un decidido rechazo al golpe de estado constitucional. Y a preparar la liberación de la patria.

Es el imperativo del momento.