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viernes, 12 de octubre de 2007

Una mezcla de razas y patrias



JAVIER BRASSESCO
EL UNIVERSAL
Blancos, mulatos, mestizos, negros, indios, y también italianos, españoles, árabes, chinos (mejor lo dejamos en etcétera)... se pasean por las calles de una Caracas que es hoy, a 515 años de la llegada de Cristóbal Colón a América, una argamasa de diferentes razas y nacionalidades.
Venezuela es el país con la mayor mezcla racial en América, como recuerda el sociólogo Carlos Raúl Hernández, y su capital no podía escapar a esta característica. Pero hay un detalle: la distribución racial en Caracas es distinta al resto del país.
En el estudio llamado Los grupos de raza subjetiva en Venezuela, el sociólogo Roberto Briceño León intentó ponerle cifras a estas diferencias en la composición racial de Caracas, algo que no se hacía desde mediados del siglo XIX, pues cuando se abolió la esclavitud, se abolieron también los estudios de raza: "Desde el primero en 1871 hasta el último en 2001, en los censos de población nunca se indagó sobre la composición racial de los venezolanos. Si todos éramos mezclados y una pregunta sobre la raza era ya una construcción racista, ¿por qué preguntarlo?".
En su trabajo, Briceño encontró que en Caracas la población de raza blanca es bastante mayor al resto del país: 43,5% contra 25,3%. Los mestizos o trigueños representan 36% (30% en Venezuela), los mulatos 18% (contra 36,3%), los negros 2,1% (4,8%) y otros grupos étnicos 0,5% (en el resto del país sólo los indígenas son 2,21%).
Esto (la mayor presencia de gente de raza blanca en la capital) se debe a varios motivos: la mano de obra esclava nunca se concentró en la capital, en Caracas estaban los dueños de la tierra (tradicionalmente blancos), la inmigración canaria del siglo XIX tuvo su asiento en la capital, y Caracas ha sido la mayor receptora de las otras oleadas de inmigrantes europeos en la época de la posguerra.
Miles de italianos, españoles y portugueses (sobre todo de la región de Madeira) hicieron de Caracas su hogar entre 1945 y 1960, y aquí encontraron una esperanza de futuro que sus países le negaban. Poco después la capital venezolana acogió a los inmigrantes chinos que escapaban de la Revolución Cultural (1966-1969) y luego a quienes desde el Cono Sur huían de feroces dictaduras: argentinos, uruguayos y chilenos, que a su vez eran en gran medida descendientes de blancos europeos.
Modelo de integración
Para Hernández, el hecho de que Caracas, y Venezuela, desde luego, presente tal mezcla de razas es en gran parte producto de la Guerra Federal (1859-1863), que acabó con la oligarquía, cosa que no sucedió en Colombia, Perú o Brasil, en donde los blancos se mezclaron en menor medida con el resto de la población.
Por eso aquí ocurrió un mestizaje "asombroso, incluso comparándolo con otros países de América Latina: "Gracias a ese fenómeno no tenemos el problema de Bolivia o Paraguay, en donde grandes sectores de la población son indígenas no integrados y cuya incorporación productiva a la sociedad es un reto para sus gobiernos".
Y cree también que gracias a este mestizaje nunca ha existido un racismo institucionalizado: "Todos los pueblos son racistas, como han demostrado los antropólogos, pues el ser humano siempre desconfía de lo que es diferente, pero lo importante es que aquí no ha existido racismo en las instituciones".
En la misma onda, Briceño habla en su obra Venezuela, clases sociales e individuos de un "racismo vergonzante" en nuestra sociedad: aunque puede haber racismo, a la gente le da vergüenza admitirlo porque es un valor negativo. "El llanero dice: no me trate así que no soy indio. De eso se infiere que el indio está por debajo del llanero, pero son construcciones inconscientes, pues cuando tratas de confrontar estas expresiones te das cuenta de que en realidad no fueron emitidas con una intención racista".
Para el historiador Elías Pino Iturrieta, el mestizaje ha provocado que hoy la identidad venezolana no sea exclusiva de ningún grupo racial y que nuestra sensibilidad colectiva no tenga ataduras en ese sentido.
Hernández afirma que Venezuela y Caracas son hoy un modelo de integración para el mundo, y que eso se debe a una larga historia de convivencia racial. ¿Exclusión étnica? "Eso es un invento reciente, otra tontería reciente. Cómo va a existir segregación o exclusión en un país en donde todos tenemos componentes de varios grupos étnicos".

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