Chávez nos odia

Charito Rojas. Notitarde

"Ante la triste situación que vivimos y ante el peligro de que, si el pueblo venezolano no toma conciencia de su gravedad y no se pronuncia categóricamente a favor de la democracia y la libertad, nos encontraremos sometidos a una dictadura de tipo marxista". Cardenal Rosalio Castillo Lara, alocución ante la Divina Pastora, 14 de enero de 2006.

Chávez nos odia: odia a los venezolanos que queremos democracia, libertad de expresión, garantías jurídicas, separación de poderes, justicia, prosperidad y educación. Los demócratas son un maldito obstáculo para su ambición planetaria de ser líder de un movimiento de izquierda que se enfrente al "Imperio". No ha encontrado mejor vía para hacerlo que buscar la herencia de ese dinosaurio del pasado siglo llamado Fidel Castro. Por eso lo visita a cada rato, no se vaya a morir sin firmarle el testamento político. Por eso lo vemos regalando petróleo, refinerías y cuanto quiera el viejo, que por fin ha encontrado un tonto con chequera que lo financie. Ver a nuestro Presidente haciendo el ridículo, cantándole a la efigie de un bandolero como el Ché, no nos importaría tanto si no fuera porque quiere que nuestros hijos sean como él.

Chávez nos odia y sabe que en cualquier momento ese venezolano que ha trabajado, estudiado y logrado metas que no quiere perder, que ese venezolano que ama su libertad y quiere que sus hijos disfruten de ella, se van a impacientar. Por eso Chávez necesita esa reforma rápido, cuanto antes. Se está preparando para cuando el venezolano termine de darse cuenta de que ni siquiera la franela roja lo salvará.

Mientras los venezolanos hacían puente a las playas el 12 de octubre, resistiendo cual indígenas los embates del sol y la caña, los sirvientes de la Asamblea Nacional apuraban el paso para darnos el madrugonazo de que, diligentemente, habían incluido y aprobado 25 artículos además de los 33 que les había ordenado su jefe el Presidente.

Si es grave la agresión que se hace contra los derechos individuales, contra la independencia de los poderes y contra el sistema democrático en la reforma constitucional que legalizará los desmanes del régimen, en estos nuevos artículos hay uno especialmente dañino, cuya aprobación colocaría a Venezuela al lado de gobiernos forajidos como el de Bielorrusia, Zimbabwe, Irán o Cuba. El artículo 337 como lo quiere el régimen, eliminaría en estados de excepción, la libertad de expresión y el derecho al debido proceso. Esto significa que los venezolanos que disienten del gobierno, están corriendo el riesgo cierto de ser desaparecidos, muertos o juzgados sumariamente en un estado de excepción. Esto significa que nadie se enterará de las desapariciones, interrogatorios, torturas o condenas en tiempos de suspensión de garantías, porque tampoco habrá libertad de expresión para que los medios digan lo que está pasando. Si Venezuela aprueba tal barbaridad, violaría abiertamente la Carta Interamericana de los Derechos Humanos y el Pacto de San José, de los cual son firmantes todos los países americanos...menos Cuba, naturalmente.

Lo preocupante es que parece que a Chávez le sabe a casabe la OEA, la ONU y todos los pactos internacionales que Venezuela se obligó a cumplir. El es un golpista, un transgresor de todo lo que signifique corrección, respeto, tradición y academia, le resulta hasta divertido pisotear lo que tenga algún valor para las sociedades tradicionales, que él llama oligarquías y le parece pecaminoso el conocimiento, la cultura, la educación y los modales. Por eso trata de destruirlos, como trata de destruir a la educación privada, a la Iglesia Católica, a los profesionales y a la clase productiva. Su primitivismo lo lleva a destruir lo que no tiene o no puede alcanzar.

Chávez sabe que la paciencia de los venezolanos puede agotarse en cualquier momento y que la espita será cualquier acontecimiento. En 1989 fue un aumento en el precio de la gasolina, por eso se cuida tanto de tocar el sensible y por demás ridículo precio del combustible. Puede ser un temblor de tierra, una muerte o una agresión. Cualquier cosa puede hacer explotar esta olla de presión que se siente todos los días en las calles del país: en los cientos de manifestaciones, en la inconformidad de los padres, en el disgusto de médicos y profesores, en la protesta de las amas de casa que hacen cola para conseguir un litro de leche.

Esto somos gracias a la revolución chavista: el país más rico de Latinoamérica, navegando en petrodólares y penando por un dólar, un litro de leche o un kilo de azúcar. Chávez quiere que Venezuela sea un país de mendigos que sólo coman de su mano. Acabar con la empresa privada para que todos dependan del gobierno; exterminar la educación para que los niños solo aprendan de guerras y odios; destruir todo vestigio de prosperidad, independencia, justicia y derechos individuales.


aquí entre nos

Chávez gastó más de un millardo de bolívares en su fin de semana en Cuba acompañado por unas 200 personas entre familiares, funcionarios y equipo de transmisión de VTV, cantidad que hubiese equipado a dos salas de emergencia de los abandonados hospitales venezolanos. Mientras tanto, aquí en Venezuela su gobernador Acosta Carles jubilaba por decreto a los 15 médicos más antiguos y eminentes del Hospital Central de Valencia. Evidentemente que no lo hizo por no poder pagarles: todos cobrarán una jubilación de entre 700.000 y 1.300.000 bolívares mensuales. øPor qué desprenderse de eminencias como Raúl Fachín Viso y Abraham Sumoza, que evidentemente brindaban toda su sapiencia por amor a su oficio y no al miserable sueldo que devengaban? øPor qué jubilar a Fernando Henríquez, que casualmente es el Presidente del Colegio de Médicos de Carabobo, sin tener la edad requerida? øSerá porque estos médicos han denunciado la presencia de enfermedades como la lepra y la leishmaniasis, que han denunciado las carencias de insumos, la contaminación de los quirófanos y emergencias? A Acosta Carles le pareció bien privar a su pueblo de estos médicos, porque lo único que le importa es callarlos. Los mercaderes siguen vendiendo el sofá y el país....Mientras la industria automotriz venezolana declara crisis por la carencia de dólares, en Valencia inicia operaciones el consorcio automotriz Civetchi, que ensamblará los vehículos chinos Dongfeng. La inversión supera los $ 100 millones...La aparición en Estados Unidos de vallas con las caras de Ahdmadinejad, Bin Laden y Chávez juntos, promovidas por una cadena noticiosa, ha provocado la fácil cólera del venezolano, quien en Cuba ofreció montar una valla donde estuviesen Bush, el Diablo y Drácula. Casi la misma moneda, pues.... Hasta el próximo miércoles. charito@telcel.net.ve