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domingo, 30 de septiembre de 2007

¿Cuál soberanía?


Héctor Stredel. Notitarde

El tema de la soberanía nacional no falla en ninguno de los diarios programas de radio y televisión del golpista-presidente. Para cualquier inadvertido audiovidente de esas ya culebrónicas cadenas del golpista-presidente, la continua alusión a la soberanía nacional, y a las amenazas que sobre ella pesarían, revelaría una especie de obsesión archi-patriota del militarote que nos gobierna. Pero basta un análisis superficial y rápido para revelar que no hay tal, sino toda una patraña encubridora, precisamente, de la entrega real de la soberanía nacional al gobierno tiránico de Fidel Castro, comandante en jefe del golpista-presidente.

Desde cuando conquistó el poder, Fidel Castro ha venido intentando apoderarse de Venezuela y de sus recursos energéticos y económicos del control de su educación y de su cultura de su institución militar de su deporte y de su investigación científica. Así, en los años sesenta, y con la complicidad de partidos extremistas y de militares venezolanos, intentó reiteradamente destruir nuestra democracia y de imponer un régimen colonial encabezado por sus súbditos civiles y militares criollos. Guerrilla urbana, guerrilla rural, asesinato de policías y militares institucionalistas, el Carupanazo, el Porteñazo, la invasión por Machurucuto. Mil y una operaciones diarias orientadas a suplantar el régimen democrático fundamentado en la voluntad popular por un gobierno comunista subsidiario del de Cuba, semejante a los de la Europa del Este de entonces.

El presidente Betancourt resistió corajudamente todas las embestidas castrocomunistas, como hizo igualmente con los reiterados atentados de la derecha fascista y latinoamericana, encabezada por "Chapita" Trujillo. Condujo patriótica y acertadamente a la institución armada, entonces solamente obediente a los fundamentales e intransferibles intereses de la Nación, a la victoria incontestable sobre la subversión y el terrorismo castrocomunista. Y Venezuela pudo remontar exitosamente aquel dramático período, para seguir transitando cada vez con mayor firmeza, el camino de la institucionalidad democrática. Pero, derrotado, Fidel Castro no abandonó su propósito de colonizar a Venezuela. Después del derrumbamiento de la Unión Soviética, que lo abastecía de cuanto necesitara, redobló esfuerzos. Y el azar político le facilitó la tarea. Desde su llegada al poder el golpista-presidente no ha necesitado de presión alguna para satisfacer, a plenitud, las ambiciones y los propósitos colonialistas de Fidel Castro, su comandante en jefe, sobre Venezuela.

Hoy no necesita Fidel Castro de aventuras como Machurucuto, ni de abrir frentes guerrilleros urbanos y rurales, ni de otras acciones semejantes. El golpista-presidente le obvia las dificultades. Y, así, treinta mil presuntos médicos cubanos -de los que no se sabe si son verdaderamente profesionales de la medicina, pues no han revalidado sus títulos en nuestro país, como lo exige la ley- tienen en sus manos la administración directa de la organización sanitaria nacional, con resultados tan descollantes como el repunte expansivo de endemias y enfermedades que habían sido desterradas por la acción de los gobiernos democráticos.

Así, cientos de miles de presuntos educadores cubanos son hoy los responsables de la enseñanza de nuestros niños, de nuestros adolescentes y de nuestros jóvenes. Así en los cuarteles está presente la siniestra figura del comisario político cubano responsable de impedir cualquier "desviación" de nuestros soldados. Y, así según denuncias que acabó de hacer en su programa de televisión el general Æ García Ordóñez, más de treinta mil activistas de los "comités de defensa de la revolución cubana" -que operan en cada cuadra de cada pueblo, de cada ciudad y de cada aldea de la isla- tienen la responsabilidad de reeditar en el territorio nacional esas agencias de espionaje y dolación de padres contra hijos, de hermanos contra hermanos, de esposas contra esposos... øA cuál soberanía nacional se refiere el golpista-presidente, si ya Venezuela no es más que una simple colonia cubana?

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