La culpa es de la estaca

Por Nitu Perez Osuna
Diaro El Mundo

Juguemos a algo. Tratemos de unir unos cabos sueltos. En primer término, preguntémonos cómo es posible que Baduel dé un discurso tan polémico e irreverente, a los ojos del chavismo…y no pase nada más allá de la publicación de sus palabras ordenada por el propio presidente Chávez.

Ahora reflexionemos por qué a Müller, que dijo mucho menos que Baduel, se le aplica la aplanadora presidencial. Ahora tratemos de encontrar una razón por la cual Alberto Garrido, usualmente muy bien informado desde los predios del izquierdismo venezolano, se adentra en el campo militar con denodada insistencia. Finalmente, tratemos juntos de entender la razón por la cual uno de los hombres más cercanos al Presidente, Douglas Bravo, la emprende en contra de la actual administración y se refiere también al tema militar.

Y si queda algo de tiempo, sería bueno intentar conseguir luces acerca de las causas por las cuales Chávez ha puesto el acelerador sobre la reforma constitucional ¿Qué obtiene? Sencillo: todo parece tan concatenado y, a la vez, tan sin sentido que…huele a algo preparado. En efecto, todo indica que se quiere aplicar el máximo de tensión para que vuele algún tapón … y así caerle encima.

Pareciera que se está incentivando que algo aflore…como que si se temiera que algo hay…y no se controla…y por eso es mejor aplicar cierto nivel de angustia para que reviente…y salga a la luz pública. De suerte que quien caiga en esta treta…pues no podrá culpar a nadie más sino a la estaca…que estando allí clama porque algún sapo se ensarte en ella…como otras veces.

DEMOCRACIA VS. REVOLUCIÓN La revolución

todo lo cambia, quienes la promocionan, afirman que para mejor. Veamos cómo han cambiado los precios de algunos productos y usted, amigo lector, saque sus conclusiones:

Para el año 1998, el cambio estaba a 570 bolívares por dólar, ahora el no controlado ya pasó la barrera de los 4.000 bolívares. Y esto es importante conocerlo ya que nos hemos convertido en una economía de puerto, es decir, casi todo lo importamos… hasta las caraotas, y como las divisas no fluyen con rapidez, debemos pagar los productos a precios internacionales.

Pero también hemos aumentado nuestra categoría como país inseguro siendo que la capital, Caracas, es la segunda ciudad con más homicidios de América Latina… ¡cosas de la revolución! En julio de 1998, en plena campaña electoral, el entonces candidato Hugo Chávez expresó: “Yo declaro que ha llegado el momento de la paz, del abrazo, del amor…le pido a Dios que nos dé fortaleza y altura para estar en sintonía con el momento, este momento de resurgimiento, de esta hora de la democracia, en esta hora de la nueva era” (El Nacional, julio de 1998). Hoy sabemos cómo el ahora Presidente se ha dedicado a sembrar el odio y la desunión entre los venezolanos.

Hugo Chávez es el factor principal de inquina e intolerancia en el país. Todos recordamos cómo al inicio de su mandato, el Presidente juró quitarse el nombre si en un año seguían pululando los niños por la calle…a más de ocho años de gestión, 7 millones de niños viven en la pobreza, 1 de cada 4 niños menores de 14 años está desnutrido y sigue en la calle.

Hugo Chávez no se cambió el nombre. Igualmente el presidente se comprometió a saldar la deuda histórica con más de medio millón de indígenas agrupados en 28 etnias, pero pasado el tiempo de las promesas, vemos cómo los indígenas venezolanos se han convertido en indigentes citadinos que ubicados en parques, plazas y semáforos mendigan para sobrevivir. La deuda histórica se acrecienta...