Descubierto diario del Mariscal Guillermo Garcia Ponce

Por Gustavo Coronel
Tomado de Noticiero Digital

De nuestro corresponsal en Caracas, Agosto de 2025.

Historiadores de la Universidad de Moruy han descubierto el Diario de Guerra del Mariscal Guillermo García Ponce, quien murió en la batalla de Caricuao durante la llamada “contra-revolución profiláctica” que el “Frente Sexta República” llevó a cabo en Venezuela en 2008 y 2009 para derrocar al dictador venezolano Hugo Chávez.

El interesante documento fue encontrado en un baúl que perteneció a José Vicente Rangel. Como se recordará, Rangel reemplazó por breve tiempo al dictador Hugo Chávez, antes de que la insurgencia democrática venezolana tomara el control del país y llamara a elecciones supervisadas por expertos internacionales.

El documento narra los últimos días de la dictadura de Hugo Chávez, su muerte por inmersión en el Guaire al tratar de huir de las tropas patriotas y describe la batalla de Caricuao, donde los restos de la fuerza cívico-militar al mando del Mariscal García Ponce y de su segundo, el General Muller Rojas, fueron derrotadas por las fuerzas de la democracia.

El conflicto abierto comenzó en Venezuela cuando el dictador Hugo Chávez forzó a la Asamblea Nacional ,en Enero de 2008, a aprobar una extensa reforma a la constitución, según la cual él podría ser reelegido indefinidamente. Después de hacer promulgar esta nueva reforma constitucional Chávez obtuvo la autorización para legislar por decreto hasta 2011, lo cual ya representaba, sin dudas, la aparición de una férrea dictadura de corte fascista en el país.

Ya hacia fines de 2007 la rebelión estudiantil venezolana había alcanzado niveles importantes. Los eventos de oposición se habían multiplicado. La Iglesia y mucha de la sociedad civil se habían sumado a la rebelión y se había comenzado a hablar abiertamente de una huelga general indefinida. En el seno del ejército proliferaban las protestas sordas en contra de la pretensión de Chávez y sus allegados de construir un ejército a la usanza Cubana.

Un documento de Guillermo García Ponce, publicado en el diario VEA, de su propiedad, el 10 de Julio del 2007, llamado “Guerra de Resistencia, Defensa Nacional y Contraataque revolucionario” (http://www.expresodigital.com/img0707/vea10b.html) había llamado la atención de Chávez, quien lo consideró tan favorablemente que decidió reemplazar el ejército tradicional por un ejército popular, cívico-militar, diseñado de acuerdo con los principios esbozados por Garcia Ponce en su escrito. Estos principios hablaban de llevar a cabo en Venezuela una guerra del pueblo contra los “invasores, los traidores a la patria y la quinta columna”.

Esta guerra sería ejecutada por Unidades Tácticas de Contraataque, UTC’s, la cuales estarían encargadas de “causar el mayor número de bajas al enemigo”, utilizando la táctica de “tierra arrasada”. Estas acciones se llevarían a cabo con el apoyo de franco tiradores, morteros, minas y otras cargas explosivas.

Hablaba García Ponce de la “necesidad de eliminar a los traidores a la patria y a la quinta columna” y de defender la integridad de la dirección político-militar a toda costa. Según el estratega podrían morir todos los soldados pero nunca los jefes.

Eso sí, García Ponce advertía en su documento que los “chismosos, los charlatanes y los borrachos” no podrían ingresar a las filas del nuevo ejército revolucionario.

En retrospectiva, parece claro que esta última limitación restó muchos voluntarios a las fuerzas cívico-militares revolucionarias porque los mejores estrategas de la dictadura chavista pertenecían a una u otra de esas categorías. Los más eran una combinación de charlatanes y borrachos, aunque no escaseaban los chismosos.

La muerte de Fidel Castro, el 14 de Marzo del 2008, precipitó la crisis política de Chávez. Las protestas populares, organizadas por los estudiantes, arreciaron y estalló una huelga general indefinida. La represión aumentó de manera brusca.

Centenares de opositores fueron arrestados. Hugo Chávez decidió actuar con las armas. Nombró Mariscal a Guillermo García Ponce, quien estructuró un alto mando militar con estrategas de la talla de Rafaél Ramírez, Lina Ron, Alberto Muller Rojas y William Izarra y ordenó la represión de la gran marcha de Abril 11, 2008. Esta versión fue aun más dramática que la marcha original de 2002 pués hubo mas de 200 muertos.

La masacre de Abril 2008 decretó la guerra civil en Venezuela, con grandes grupos de estudiantes, profesionales y gente de todas las clases sociales venezolanas formando de inmediato regimientos armados, apoyados por unidades del ejército tradicional plegadas a la contra-revolución. Estos grupos se empeñaron en una lucha abierta contra la dictadura, con la denominación de “Frente Sexta República”.

En los primeros 15 días de conflicto los muertos de uno y otro bando pasaron de mil. Un obeso alcalde fue encontrado muerto, sin lesiones aparentes (infarto?), vestido de mujer, tratando de salir de Caracas hacia Tucacas, donde parecía esperarlo una lancha con destino a Curazao. Las Naciones Unidas, en sesión urgente promovida por los Estados Unidos, designó una fuerza de cascos azules para intervenir en el conflicto.

Sin embargo, como suele suceder, esta fuerza internacional tardó casi dos meses en llegar a Venezuela. En ese intervalo las fuerzas de la democracia se habían robustecido aceleradamente y controlaban una gran porción del territorio venezolano. Mientras tanto, el improvisado Mariscal García Ponce no lograba encontrar muchos voluntarios para su causa. El Dictador se vió perdido y trató de huir de la casa presidencial en helicóptero acompañado de Isaías Rodríguez.

El helicóptero fue derribado sobre el rio Guaire por el fuego patriota. Isaías fue rescatado sano y salvo pero el cadáver del dictador nunca fue localizado en las marrones aguas del Guaire. Hay insistentes rumores de que sobrevivió y que aún vive, alterado por la cirugía plástica, en Zimbabue. El presidente provisional, José Vicente Rangel, ordenó al Mariscal García Ponce resistir, rodilla en tierra, hasta el último cartucho.

O, por lo menos, hasta el último frasco de Buchanan de 18 años.

El Diario de García Ponce describe los últimos días de la dictadura chavista. Agobiado bajo el peso de una tarea punto menos que imposible García Ponce escribió sobre esos días de rápida desintegración del régimen con una amargura que recuerda a la del Ché en Bolivia. “Yo pedía voluntarios para las acciones de contraataque”, dice en una página, “ y la gente me miraba como si yo fuera un loco”. El Diario es un valioso documento sociológico más que militar.

En realidad García Ponce no era un militar ni tenía la menor idea de como conducir un conflicto armado. En un aparte del Diario confiesa que cometió una estupidez al ponerse a hablar de lo que no sabía y se lamenta del efecto que su escrito de VEA causó en Chávez, quien lo vió como candidato lógico para comandar el nuevo ejército. “De nada valió que yo le dijese a Chávez que esas eran habladeras de pendejadas mías”, dice García Ponce, “Chávez se aferró a mí como un náufrago a un bote salvavidas”.

En Enero de 2009 el Mariscal García Ponce, ya reducidas sus fuerzas a un pequeño grupo de no más de 2000 hombres y algunas mujeres (la Comandante Lina Ron resistió hasta el final y murió gritando “Viva la revoluciooón, Patria, socialismo y muerte, no jile”) se concentró en Caricuao y allí fue atacado por las fuerzas de la democracia, a pesar del intento de mediación llevado a cabo por las Naciones Unidas y el Presidente Lula. El resultado era predecible.

A las dos horas de combate, García Ponce se rindió. El jefe de las fuerzas democráticas, hablando a los periodistas en el mismo campo de batalla, lanzó una proclama que comenzaba: “Se cayeron las talanqueras del Miedo y todo vuelve a ser Altamira”, en homenaje a quien fuera un presidente venezolano civilista y democrático en el siglo XX.

Casi de inmediato comenzarían a llegar los anuncios de los gobiernos del hemisferio celebrando la victoria de la democracia. El primer mensaje recibido fué el del presidente Argentino, Néstor Kirchner y el segundo del presidente del Ecuador Rafaél Correa, quienes se pusieron a la órden del nuevo gobierno.

Casi veinte años después de estos acontecimientos la tarea de reconstrucción física y moral de Venezuela aún no ha terminado.

Los jerarcas sobrevivientes del antiguo régimen cumplen sus máximas condenas en el Centro Artesanal Reformatorio de Barquisimeto, donde se dedican, con empeño, a diversas manualidades. Baduel es un experto en hacer muñecos mientras Cilia Flores borda primorosos anagramas “Ch-Ch” en pañuelos e interiores. En Venezuela existe hoy una democracia estable pero las huellas del desastre chavista no han desaparecido totalmente del alma de muchos venezolanos o de la geografía del país.

Aún existen quienes recuerdan con cierta nostalgia el pan y circo al cual fueron sometidos por casi diez años. Pero aún ellos, en lo más íntimo de sus corazones, saben que la única salida verdadera para el país es trabajo, trabajo y más trabajo….democracia y más democracia… transparencia y más transparencia en el manejo de la riqueza nacional.

Esa es la prédica que martillan constantemente en sus discursos el presidente Jon Goicochea y su primer ministro, Leopoldo López.
Mientras tanto, en las montañas del Estado Sucre, acaba de rendirse el frágil guerrillero Earle Herrera, el último representante de la dictadura chavista. “Estoy cansado”, dijo a sus captores, “y necesito un buen trago”.

Nota. Este es un escenario mas entre los infinitos escenarios que existen para el futuro venezolano. Puede no cumplirse o cumplirse total o solo parcialmente, pero no es ciencia-ficción sino un intento de extrapolación histórica. Está basado en hechos que ya ocurrieron o están ocurriendo.en este preciso momento. Compren, pués, alpargatas que lo que viene es joropo