De Tal Cual a Embajada
La respuesta de Tal Cual a esta groseria no se hizo esperar
Atención, Secretaría del Despacho Embajada de la República Bolivariana de Venezuela en Perú Muy excelentísimos señores nuestros, de todos y todas,
Reciban de parte de la redacción de TalCual el más caluro saludo bolivariano.
También por instrucciones "del jefe" -seguramente le es difícil imaginar la vida sin uno- y en atención a la solicitud enviada a esta redacción en su correo electrónico de fecha 12 de julio de 2007, vamos a relatarle cómo el señor Teodoro Petkoff se convirtió en el mejor vocero y militante de la extrema derecha.
Todo comenzó con un episodio aparentemente inocuo: cuando Petkoff empezó a experimentar una insana afición al beisbol, deporte del enemigo, que con sus reglas alienantes ha influenciado el destino de tantos políticos venezolanos.
Según los cálculos del Pentágono, el gusto de Petkoff hacia la pelota debía ser aprovechado como excusa perfecta para provocar su ingreso a la carrera militar en la que, como bien lo señala la historia, se formó buena parte de los dictadores de derecha que conoció nuestra América del Sur durante el siglo XX.
¿Que qué tiene que ver el beisbol con la milicia? Salvo por el rasgo común de la cachucha, nada. De allí lo brillante del proyecto. ¿Acaso no suena estúpido alegar que un soldado comenzó su carrera militar por su afición al beisbol? Pero la falta de talento deportivo de Petkoff dio al traste con el plan y su plaza fue tomada años más tarde por un prospecto que pronto se perfiló como el monarca de la rabo ´e cochino y del país.
Sin embargo, la CIA -ahora a cargo de la operación- no cejó en su empeño de ejercer influenCIA sobre Petkoff. Ocultas en latas de diablitos undergud, el imperio le enviaba regularmente dosis de azufre, que poco a poco moldearon su carácter hasta convertirlo en lo que hoy conocemos.
Tal vez la peor muestra de gringuismo que ha dado Petkoff en el último año fue esa de calcular en 50 mil dólares la multa impuesta a TalCual y al también cachorro del imperio Laureano Márquez: ¿por qué, de manera tendenciosa y orquestada, calculó la conversión del monto de 105 millones con base en el dólar oficial, cuando todos sabemos que las operaciones de canje en Venezuela -incluso la venta de los bonos argentinos- se hace sobre la base del dólar paralelo? Simple:
porque de hacerlo así la opinión pública internacional se habría dado cuenta de que la multa no era más que una conchita de ajo. Y les cuento todo esto, mis excelentísimos representantes en el Perú, en función de que nos hagan la segunda con Eva Gollinger para que ella averigüe qué pasa con los cestatickets que nos debe la Casa Blanca, que no llegan desde enero.
Agotada la explicación acerca del derechismo enfermo del jefe, esperamos que ahora sí tengan la bondad de brindarnos la siguiente información que, según lo establecieron los compatriotas que redactaron la Constitución, debería ser de dominio público. Con la promesa de no querer causarles más molestias, ahí les van las preguntas.
Con un amapuche bolivariano y solidario, me despido.
Atentamente,
Maye Primera Garcés
Jefa de Redacción
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