CIDH releva a comisionado venezolano de sus relatorías

Por primera vez en su historia, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) relevó a uno de sus integrantes, el venezolano Freddy Gutiérrez Trejo, de las responsabilidades que venía desempeñando como relator, bajo el argumento de que perdió "la confianza" en él.
En la resolución 03/07, de fecha 17 de julio, el organismo hemisférico justificó su decisión en que "el comisionado Freddy Gutiérrez ha realizado numerosas manifestaciones públicas sobre las funciones y mandatos de la Comisión en asuntos y casos en trámite del país de su nacionalidad (lo cual tiene prohibido explícitamente por el artículo 17 del reglamento del ente), abusó reiteradamente de su posición de relator para atacar la integridad institucional de la CIDH y sus miembros; hizo declaraciones falsas sobre asuntos y casos pendientes en trámite ante la Comisión".
En las últimas semanas Gutiérrez se refirió a las acciones que Radio Caracas Televisión (RCTV) interpuso ante la CIDH para evitar que se materializara la no renovación de su licencia para operar en señal abierta; y cuestionó la decisión de esa instancia, de demandar ante la Corte Interamericana al Estado venezolano por no investigar y sancionar a los autores de los ataques contra los periodistas, trabajadores e instalaciones del canal de Bárcenas.
Ya lo habían regañado
La acción contra el comisionado se produce dos años después de que la CIDH adoptara otra medida inédita en su contra, lo reprendió públicamente por las afirmaciones que realizó en Colombia en noviembre de 2004, donde señaló: "Las medidas cautelares no son de obligatorio cumplimiento para los Estados". Colombia es el país donde residen la mayor cantidad de personas beneficiadas por medidas de protección dictadas por ese organismo.
En marzo de 2005, Gutiérrez emitió unas declaraciones similares en México. En esa ocasión, se refirió al caso de Raúl Gatica, dirigente indígena del estado de Oaxaca y a quien la CIDH favoreció con una orden para resguardar su vida e integridad, diciendo: "La recomendación emitida por la Comisión en el caso Gatica tiene que investigarse más a fondo y no existe el respaldo de esa organización mundial (CIDH), porque sólo fue una decisión tomada por la secretaría".
Estas palabras indignaron al movimiento de derechos humanos del país azteca y a la instancia de la Organización de Estados Americanos (OEA). La última, en su resolución 01/05, del 8 de marzo de 2005, señaló: "Las manifestaciones del comisionado se suman a otras que ha venido haciendo públicamente desde su incorporación a la CIDH en el sentido de desacreditar o desautorizar aspectos centrales de su trabajo de promoción y protección de los derechos humanos".
Posteriormente, mientras se encontraba en Perú realizando sus labores de relator para ese país, Gutiérrez volvió a cuestionar la naturaleza vinculante de las decisiones cautelares de la CIDH, lo cual provocó que la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos del Perú solicitara su reemplazo.
La medida contra el comisionado venezolano, quien se encargaba del tema de los trabajadores migrantes y de velar por el respeto de las garantías fundamentales en El Salvador, Panamá y Uruguay, no implica su destitución.
Fuentes cercanas al organismo internacional no dudaron en acusar a Gutiérrez de intentar "desacreditar y destruir desde adentro a la Comisión", con la cual el gobierno de Hugo Chávez mantiene tensas relaciones desde los sucesos de abril de 2002, pues la considera cohonestora del intento de golpe de Estado.