Tarjeta Roja-Rojita
Portada de Talcual / Teodoro Petkoff
Cuando se lee al minpopopinci, señor Lara, y a otros gacetilleros del régimen, escribiendo sobre los “siniestros planes de la oposición” para sabotear la Copa América, hay que llegar a la conclusión de que eso que ellos denuncian es lo que quisieran que haga la oposición durante la Copa. Les produce una terrible desazón que la oposición no se comporte según el libreto que Lara diseña para ella.
Dice el hombre del decir exquisito que la oposición “niega que se hayan construido nuevos estadios, hoteles, posadas, asfaltados de carreteras, autopistas, puentes”.Y de ahí en adelante se faja a polemizar con la “oposición”. Primero la describe como él quisiera que fuera y de seguidas embiste contra su propia criatura, despachándose a gusto contra esos malos hijos de la patria. ¿Podría el minpopopinci, si no es mucha molestia, decirnos quiénes son esos opositores? A menos que se considere como “oposición” a los “duros del teclado”, seres anónimos, que no representan a nadie y que llenan las páginas de internet de toda clase de loqueras, muchas de ellas pura catarsis onanística. Pero eso no es la oposición.
Ahora, Lara, es verdad que se han construido nuevos estadios pero este gobierno de irresponsables, que tiene el compromiso desde hace cuatro años, a estas alturas no ha terminado los estadios de Barquisimeto y Barinas y tampoco está a punto el Olímpico de Caracas. Los aficionados de Caracas están más que molestos con los manganzones cuya incompetencia deja a Caracas casi al margen de la Copa: aquí no habrá el juego semifinal programado, sino uno solo, por el tercer lugar. La capital del país de la Copa quedó como la guayabera. Los aficionados de Barinas también están sumamente irritados porque los zánganos estos no cumplieron con el cronograma y el Primer Estado del país, patria chica del Gran Jefe, quedó también con un solo juego, de la eliminatoria. En Barquisimeto dejaron parte de las tribunas sin techo y hubo que reducir el aforo, al igual que en Barinas y en Caracas.
De “hoteles”, sólo se iba a edificar uno, el de Barinas, y no se construyó. ¿ “Autopistas” ? Lara desvaría. No hay ninguna nueva. De modo que el minpopopinci no sólo pinta una oposición a su medida sino también le atribuye al gobierno una eficiencia a la altura de su fantasía.
Ahora bien, es verdad que aun con estas fallas, al país le van a quedar unos buenos estadios y desconocerlo sería una mezquindad propia sólo de gente como Lara. Así como señalar las fallas no son ganas de tapar el sol con un dedo sino de taparle la boca al minpopopinci, gran señor de la mentira.
Por otro lado, deje el gobierno la manipulación y la siembra de miedos. Aquí nadie en sus cabales tiene el propósito de sabotear un evento cuya realización complace a todos los venezolanos, aficionados o no, al fútbol. “La copa es de todos”, dice la propaganda oficialista. Ridículo. Con cualquier gobierno o régimen habría sido de todos, como fueron los Panamericanos de 1983 o las Series del Caribe. El gusto por el deporte no es monopolio de nadie ni se necesita ser “aspirante” al PSUV para disfrutarlo. Dejen la mariquera, pues.
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