¡Que comiencen los juegos!
Elides J. Rojas L.
erojas@eluniversal. com
Se ordena a estudiantes, medios y otros fastidiosos no lucirse cuando haya visita.
Considerando que comienza la Copa América, que miles de periodistas se encuentran en el país, que muchos medios extranjeros transmitirán todos los días, que la mayoría de los comunicadores son tarifados y mercenarios del imperio, que este gobierno revolucionario en su ya reconocida perfección debe aprovechar la oportunidad para que el mundo se muera de envidia con nuestra libertad y prosperidad, se decreta lo siguiente:
Primera. Se prohíbe toda manifestación pública que pretenda expresar el descontento de estudiantes, periodistas, abogados, educadores, maestros, transportistas, empresarios, industriales, buhoneros, médicos, pilotos, comerciantes, ganaderos, agricultores, obreros, sindicalistas, trabajadores y hasta revolucionarios que todavía esperan casitas, bequitas, trabajitos, favorcitos y otras promesas.
Segunda. Se ordena a los medios publicar que el número de aspirantes inscritos en el partido del chavismo fue de 10 millones para empezar. Cada vez que se mencione deben colocar que es el más grande del mundo.
Tercera. El viejero mamotrético que hace vida en la revolución debe esconderse durante los juegos. Esto incluye a vetustos militares, eternos líderes de la momificada izquierda, parlamentarios, reservistas y militares barrigones, ministros arrugados y eternamente engripados comediantes de programas nocturnos. Se decreta, por tanto, la inagotable juventud del proceso y se ordena admirar la frescura de sus ideas.
Cuarta. Para no pasar pena se prohíbe a los funcionarios ya enriquecidos, a los que están en eso y los aspirantes al batallón de prósperos amanuenses, utilizar el recurso de la jalada de mecate, ni pequeña ni la conocida como titánica, mientras dure el evento deportivo. Quedan exceptuados, por razones humanitarias, los dirigentes del fútbol nacional o internacional y los gobernadores y alcaldes de los estados sedes, quienes podrán jalar públicamente, pero con dignidad y decoro.
Quinta. Los medios de comunicación deben ser complacientes con el Gobierno, a fin de guardar apariencias democráticas. Es decir, se les ordena no lucirse cuando hay visita.
Sexta. Se prohíbe el uso de camionetotas, trajes caros, relojes de lujo y otras posesiones capitalistas a funcionarios y líderes del proceso, quienes en realidad son los únicos que las tienen, con el sano objetivo de no generar peligrosas envidias multinacionales.
Séptima. Se decreta vacación obligatoria a choros, atracadores, motorizados asaltantes, contrabandistas, narcotraficantes, bandas y otros sectores armados de la pacífica Venezuela.
Octava. Todos deben ver TVes y, además, decir que es muy buena.
Novena. Se ordena a los periodistas celebrar su día y agradecer con una ola gigantesca, las amplias libertades que generosamente otorga el magnánimo liderazgo de la revolución.
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