La protesta que no llegó al viaducto
Residentes del sector Manantial, cercano al nuevo puente que une a Caracas y La Guaira, se quedaron con las pancartas preparadas para mostrarlas al presidente Chávez y a los entes encargados de reubicarlos(Cheo Pacheco)
Artículos relacionados
Militares impidieron que vecinos del barrio Nueva Esparta llegaran al puente
BRIAMEL GONZÁLEZ ZAMBRANO
EL UNIVERSAL
Vecinos del barrio Nueva Esparta, aledaño al viaducto, se quedaron con las pancartas frías en sus manos y con las ganas de decirle al presidente Chávez que aún 124 familias viven en riesgo de derrumbe.
Funcionarios de la Casa Militar impidieron el acceso de un grupo de 60 residentes que se acercaron al acto inaugural del puente el jueves pasado.
"Los guardias dijeron que no teníamos derecho a ir para la fiesta y no nos dejaron pasar. Nos corretearon, no les importó que llegamos con nuestros niños. Además nos amenazaron con llevar a la Onidex porque dicen que este es un barrio de colombianos, pero resulta que todos tenemos nuestra cédula", expresó María Tejedor, de 19 años, y con un hijo de tres años.
"No somos ciudadanos de segunda y merecíamos estar allí para hablar y ver el viaducto que es nuestro vecino, quién sabe por cuánto tiempo más. No nos han cumplido nada y tenían miedo de que lo dijéramos, por eso se llevaron a Chávez", comentó Milagros Casiani, al mostrar la cartulina que pintó para llevarla a la protesta frustrada.
"Sin casas dignas no nos iremos", "Salimos cuando se vaya el último", "No somos invasores, viva Chávez", eran las consignas preparadas e incluso que tienen pintadas en sus viviendas.
Los cambios con la obra
Un vez inaugurado el viaducto, los vecinos quedaron aislados pues desconocen si funcionará el transporte que tomaban en la trocha, ubicada a 10 minutos de sus casas.
"Ahora tenemos que caminar hacia otro barrio y agarrar un autobús que nos lleva a Catia, esto nos puede tomar una hora de camino y antes eran 10 minutos. En cambio, Ramón Carrizález, ministro de Vivienda, puede venir en avión si le da la gana", dijo Omar Santaella.
Al parecer no todo el esfuerzo fue en vano. Julio Morales, residente del cercano barrio San Pedro, vio entre la multitud a un líder de Nueva Esparta entregar una carta a Chávez. "Fue rápido, pero la agarró. El hombre se pudo colear entre los ministros porque tenía su camisa roja. Ojalá la lea", comentó.
Mientras se concretan las promesas de reubicación del Gobierno, los habitantes de la barriada pisan los escombros de las demoliciones y la basura para llegar a sus viviendas.
Ya 25 familias introdujeron en el Ministerio de Vivienda y Hábitat sus propuestas para adquirir casas en el mercado secundario. Las otras 99 aguardan por respuestas de los organismos oficiales.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario