¡Huye, Hugo Rafael!

Miguel Ángel Rodríguez
El Universal

De entrada aclaro que no estoy instando al Presidente a que escape de algo o de alguien. Sólo plasmo en el título lo que imagino privó en su mente cuando sintió que la planificada fiesta de inauguración del viaducto se le convertía en un camino al “calvario” por las quejas que escuchaba de habitantes de los barrios vecinos al puente nuevo, las cuales, no tenía cómo contestar. Y así fue: huyó, justo después de que la bandera de globos se elevó, por cierto, volteada (rojo, azul y amarillo), quizás como ratificación de la providencia, del estado de emergencia y consecuente clamor de ayuda y socorro en que Chávez ha sumido al pueblo venezolano.

El Comandante quería “circo”. Quería eso que tan burdamente le acuña Pedro Carreño a la actuación de la prensa independiente de Venezuela, es decir, puro show. Pero no pudo llevarlo a cabo porque al golpista le golpea el derecho legítimo de la gente. En este caso, los barrios Nueva Esparta y Ojo de Agua, humilde población a la que imaginamos será tremendamente cuesta arriba endilgar de oligarca, le asistía el derecho de reclamar la burla, el peloteo, la corrupción, la indolencia, en fin, todo cuanto explica cómo levantaron el nuevo viaducto y han sido incapaces de responder con las prometidas nuevas y dignas viviendas. Huyó. Nuevamente le dio la espalda al pueblo. Es la historia de la traición.

Como empleado público, el más relevante de todos, debe dar el ejemplo. Sin embargo Chávez volvió a violar la constitución al evitar el cuestionamiento popular y huir para no dar respuestas. Estaba obligado a escuchar, tanto como a responder veraz, oportuna y objetivamente. Pero eso está descrito como obligación en nuestra carta magna y, a decir verdad, hace rato que Hugo Rafael, a quien por sus actos reconoceréis, declaró primero moribunda y luego mató a la madre ley.

REFORMA “DELICTIVA” CONTRA TODOS

Si. En todos los capítulos de la constitución hallaremos puñaladas causadas por el Presidente Chávez, a cuya prepotencia por sobre los derechos ciudadanos deberíamos citar como la fuente de su verdadero desempeño, el de un EMPERADOR, quien al estilo del más nefasto César pudiera con descaro exhibirse en cadena nacional, de ahora en adelante, con el “YO, HUGO RAFAEL (CESAR), COMANDO EN NOMBRE DEL PUEBLO Y EL PARLAMENTO DE VENEZUELA”. Métanle el ojo a lo que aflora por estos días, como filtración a la prensa, del proyecto de reforma constitucional; súmenle loa anuncios que ya abiertamente lanza al aire el Comandante para ir preparando el ambiente y, como siempre les recomiendo, saquen sus propias conclusiones.

El que le huya a la gente, tiene mucha lógica. Ya no tiene por qué responderle a nadie y mucho menos a esa “gentecita” a la que si le da por protestar por el fraude en la política habitacional, ha de ser porque no se están ocupando de bailar al son de los consejos comunales y su preparación particular para hacer militancia paramilitar en el PSUV. En el proyecto de reforma, imagínense, se suprime el libre acceso de los periodistas a las fuentes oficiales, se suprime el secreto de la fuente…¿Qué quedará para el pueblo? El concepto de derecho humano relativo a la libre expresión, libre información y libre protesta, quedará proscrito. Sólo se sabrá, sólo se escuchará, sólo se responderá, lo que al “EMPERADOR” le de la realísima gana.

Así es el rumbo que aparentemente traza al país la denominada comisión presidencial para la reforma constitucional. Valga decir, que tanto por las violaciones sistemáticas a la constitución del 99, como el mismo ejercicio – propuesta que ahora se filtra al conocimiento público para “reformarla” (lo correcto sería decir, para aniquilarla), Tanto Chávez, como el Fiscal, el Defensor del Pueblo, la Presidenta del legislativo, La Presidenta del TSJ, el Diputado Escarrá y cuantos más les acompañan en el atentado contra la democracia y sus principios, deberían estar siendo acusados, procesados y seguramente sentenciados. Claro, ¿Cómo y con quién?

Podrida la posibilidad de hacer justicia, puertas adentro, dado que en la comisión están justamente concertados contra la constitución democrática, todos los poderes, cual compinches, cualquiera pensaría que nos queda la instancia internacional. Pues échenle pichón: los comisionados habrían dispuesto suprimir el rango constitucional a los acuerdos internacionales y los dictámenes y/o sanciones que de ellos se deriven. Es decir que el pelotón de nuestro EMPERADOR se pasará por la “barbilla” cosas que son hoy de jurisdicción universal, como todo el ramillete de derechos humanos de la gente.

Ciegos, sordos y mudos, los venezolanos, por el nuevo tinglado constitucional de Hugo Chávez, la gente dejará de saber sobre el azote del hampa, los casos de corrupción, el incumplimiento de servicios a las comunidades, las persecuciones y atrocidades cometidas y por cometerse contra quien se determine libre de discernir, en fin. Pero esto es la felicidad. Por lo menos la de él, la del EMPERADOR.

Se suprimen los derechos políticos y sociales de los descendientes de extranjeros y de los extranjeros que, en su mayoría, no comulgan con el EMPERADOR. Se suprime la propiedad y se dejan todas las categorías a inventar sobre este concepto “asqueroso” a discreción del EMPERADOR. Se suprimen las libertades económicas, claro, por las libertades monopólicas que tenga en gana desarrollar el EMPERADOR. Se suprime la estructura político-territorial de la nación, para dar paso a una serie de provincias, comunas y territorios federales, que serán las únicas a las cuales les parará el EMPERADOR, mientras que al resto de “pendejos”, los de elección popular, porque a los primeros los designa directamente el EMPERADOR, se les echa al “coliseo legislativo” en el que leones tascones y leonas varelitas, les comeran y les rasparán cuando el EMPERADOR se los mande.

Y quieren hacer todo lo anterior, vía reforma constitucional. Y quieren decir que como no cambiaron los primeros artículos lo de la Asamblea Constituyente no hace falta. Es decir, todos, al igual que Chávez sobre el viaducto, le están dando la espalda a la opinión del pueblo. Están huyendo. Se refugian en el abuso de poder y en el desarrollo de prácticas fascistas clásicas: el vano intento de hacer legal la arbitrariedad.

Conocimos por el libro de Ingo Müller “Los Juristas del Horror”, como el régimen nazi, que también tuvo un origen democrático a través de elecciones, derivó en la acción de supuestos hombres de ley traicionando al soberano para acomodar todas las normas al capricho del totalitario. Si aquellos coincidieran con los actuales comisionados de Chávez, justo es recordarles el resultado: segregación convertida en millones de muertos y además el intento, convertido en guerra, de expandir el proyecto para consolidar la supremacía de su “hombre puro”. ¿Acaso pudiera hacerse la comparación con el anunciado “hombre nuevo” con el que sueña nuestro EMPERADOR?

Los tiempos han cambiado. Por su arremetida contra la voluntad popular, la ponderación de demócrata se le cae al suelo a Hugo Chávez. La gente le califica ya más como dictador que como cualquier otra cosa. La credibilidad del Comandante, en consecuencia, también se halla “palo abajo”. E independientemente de que nos amenace con más armamentismo de sus propios paramilitares y el inicio de la tristemente célebre “era jacobina” a la venezolana, somos mayoría quienes reivindicamos nuestro derecho a resistir un embate por medio del cual sólo quieren convertirnos en “hombres viejos”, con una vuelta de la esclavitud.

Nos resistimos, si. Como se resistió la gente de los barrios vecinos al puente nuevo en la Caracas-La Guaira, a permitir que por la estructura Chávez hiciera su show, mientras que la vida de ellos, que son pueblo, sigue sumida en penurias. Es la verdad. Por eso Chávez, huye.

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