Situación del Hospital Vargas
Hacen anuncios de que serán construidos nuevos hospitales ¿para que? ¿porque mejor no hacen que los existentes funcionen?
MIRELIS MORALES TOVAR
EL UNIVERSAL
Ella tiene dos meses esperando. La paciente de la cama de al lado le cuenta que tiene tres. Y la de más allá dice que lleva seis meses aguardando una cama en terapia intensiva y un pabellón acondicionado para ser operada de un tumor cerebral en el Hospital Vargas.
"Vengo del interior, porque allá tampoco hay camas en terapia intensiva. Aquí llevo meses y los médicos no me autorizan irme a mi casa, porque corro el riesgo de sufrir alguna convulsión como consecuencia del tumor que tengo en la cabeza", comentó.
En la sala de hospitalización del hospital Vargas se encuentran 16 mujeres con cuadros de alto riesgo esperando para ser operadas. Otros 10 hombres con patología crítica están en la misma situación. Y, aunque su estado sea estable, la muerte no deja de merodear por los pasillos.
El personal médico asegura que en el Hospital Vargas existen 13 quirófanos, pero sólo funcionan 3. Y a medias. "Las lámparas tienen más de 30 años y son inadecuadas para operar. El aire acondicionado tampoco sirve, pues no proporciona una temperatura óptima. Por ello hemos tenido que suspender operaciones largas, para no correr el riesgo de que el paciente le dé una meningitis o fallezca".
Cuentan que los 10 pabellones que están cerrados quedaron en desuso por falta de mantenimiento. Ahora, esos espacios sirven de depósito para guardar materiales, camillas viejas o equipos obsoletos, como muestra de que la indolencia pulula en el Hospital Vargas.
En la sala de terapia intensiva ocurre algo similar. La institución dispone de 8 camas en esa área; sin embargo, sólo funcionan 4, porque los ventiladores mecánicos presentan fallas. También por mantenimiento.
"El Vargas debería contar, por lo menos, con 40 camas de terapia intensiva y sólo disponemos de 4, porque se dañaron los ventiladores (...) Por ello hemos tenido que 'pegar' a los pacientes a oxígeno, aunque no es lo ideal. El asunto es que no hay ventiladores ni siquiera en emergencia", aseguró un doctor.
Es así que los médicos del Vargas deben bandearse entre el déficit de camas en terapia intensiva y la falta de pabellones para finalmente poder operar.
"Nos ha pasado que tenemos disponibilidad en terapia intensiva, pero no hay aire en pabellón, entonces tenemos que cancelar la operación. Y, en consecuencia, el paciente debe esperar más. De allí que se ha tenido que restringir la entrada de pacientes electivos y llegar al punto de que sólo operamos por emergencia".
La promesa de una remodelación a los pabellones se vislumbró como una solución a los problemas del hospital. Se llegó incluso a remover material y a mudar algunas áreas. Sin embargo, todo quedó en proyectos, pues, al final, las discrepancias pudieron más que las necesidades de los pacientes.
Ahora bien, los planes de cirugía del Hospital Vargas también se han reducido por déficit de médicos. Este año no se postuló ningún residente para terapia intensiva y los anestesiólogos resultan insuficientes para atender la demanda.
Remitir a los pacientes a otro centro de salud no resulta ser la solución, porque los casos del Hospital Vargas suelen ser de cuidado y ameritan una atención especializada. De allí que sólo les queda esperar.
"Un paciente con hemofilia no se puede remitir, porque su caso sólo es conocido por el Vargas. Es así que, mientras no se comprometa su vida, debe esperar y lamentablemente asumir los problemas económicos o familiares que ello acarrea. Aunque se quiera, no se puede tratar al paciente como debe ser".
No hay comentarios.:
Publicar un comentario